Recibieron en las puertas del SAD a Juan José Gordoa en su despedida
Un gran número de docentes y allegados, despidieron al auxiliar administrativo Juan José Gordoa en las puertas del SAD en su último día de trabajo tras recibir el beneficio de la jubilación. Entre el grupo de allegados que lo recibió con un estruendoso aplauso se encontraba su hija, quien tomó la palabra en tan emotivo momento y agradeció a todos los que se acercaron a la despedida de Juan y por haberse tomado el tiempo de compartir un momento tan importante en la vida de su padre. Al mismo tiempo le dedicó unas sentidas palabras a su papá, recordando una vieja anécdota de fútbol, historia que marcaría la vida de Juan y lo definiría como la persona que es hoy.
«Esta idea surgió con el motivo de honrar su trayectoria en el sistema educativo y darle un merecido agradecimiento a su labor», comenzó su hija. «Hay una anécdota que cuenta él, de sus épocas futbolísticas, que lo personifica en su vida y parece oportuna para la ocasión. La anécdota cuenta que en aquellos tiempos, él jugaba de 4 (en la defensa para los que no saben de números en el fútbol) y al minuto 1 de iniciado el partido, en el intento de hacerle un pase a su arquero la pelota no llega, se queda corta, debido a que el pasto estaba un poco largo. El delantero rival aprovecha la situación toma la pelota y marca un gol. Si! Un gol por un error propio, recién entrado a la cancha, terrible para los que juegan al fútbol», relató.
«En esa época los diarios locales puntuaban el desempeño de los jugadores en el partido, y Juan tuvo el mejor puntaje, fue la figura de la cancha. Por supuesto que no por el error inicial, sino por como él convirtió ese error en el motor de su desempeño, intentando repararlo hasta el final. Y ustedes se preguntarán a dónde quiero ir con esto. Y acá está el punto. Juan fue un defensor de toda la cancha en su trayectoria laboral, nunca lo frenaron los tiempos y espacios para ayudar a todo docente que solicitara su ayuda».
«Ayudar a cobrar lo que le correspondía, a chequearlo o anotarlo en el listado, a explicarle qué hacer para reclamar, a cargar todo para que las cosas marchen bien. Así es Juan, frente a la adversidad y la mediocridad se lleva el mejor puntaje!
Gracias eterno por el amor que nos brindaste desde tu labor, sin importar quien acudiera a vos. Gracias por el compañero responsable, comprometido y cariñoso que supiste ser. Por más Juanes en este mundo», finalizó.
Por su parte, Juan se mostró emocionado y agradecido por todo el cariño que le brindo la comunidad en sus 30 años de carrera como dicente. «Recibí mucho cariño y respeto por parte de ellos. Es algo que facilita la tarea diaria, te alivian el trabajo. Se trabaja con más ganas, y soy consciente de que hice lo posible por hacer la mejor tarea», expresó.
«Hoy me preparo para una nueva etapa en mi vida, espero que Dios me siga brindando salud para poder seguir haciendo lo que me gusta, caminar, andar en bici, disfrutar la libertad de vivir sin horarios», expresó lleno de alegría.