"Que la comunidad no sea no solo cercana a la Fe, sino comprometida con la fe"
Hace apenas unos pocos meses que el Padre Martín González se sumó al Párroco Eduardo Torre para colaborar en forma temporaria en el servicio a la feligresía católica de nuestra ciudad, pero, pese al corto tiempo de permanencia en la comunidad, su impronta le permitió estrechar un fuerte lazo de empatía con grandes y chicos.
Entre los cambios dispuestos hace poco por el Obispo Diocesano Monseñor Gabriel Mestre, se anunció que el Padre Martín deberá continuar su camino pastoral al frente de "otro rebaño", en la vecina localidad de Necochea.
Aunque aún continuará por unos días cumpliendo su función en Balcarce, el pasado sábado un número importante de feligreses se reunió organizándole una fiesta de despedida (no fue la única).
Lejos de la nostalgia por su partida, fue una fiesta plagada de sonrisas y alegría.
En medio de la celebración, el sacerdote dispensó unos minutos a El Diario para hacer un balance de su paso por nuestra ciudad.
"De Balcarce tenía un grato recuerdo por haber misionado en los Pinos en 2004 y 2005 y ahí conocí parte de la comunidad de San José, por lo que cuando el obispo me dijo de venir a colaborar por unos meses me puso muy contento, porque ya tenía una idea de la gente, del compromiso de la comunidad en las diferentes tareas pastorales tanto en San José como en Santa María", señaló el Padre Martín para de inmediato añadir que llegó teniendo en claro que iba a estar hasta octubre "por lo que no me permití entusiasmarme más allá de eso. Como vine por un tiempo limitado eso también limitó mi entrega y mi compromiso y el involucrarme más con la comunidad, Porque sabía que era por pocos meses. Igualmente dí todo lo que tenía. El sacerdote lo que tiene que dar es a Jesús y creo que en las celebraciones litúrgicas, en las misas, en los bautismos en diferentes actividades, pude dar o compartir a Jesús, ese Jesús que tiene el cura y que tiene cualquier laico. Eso es lo más lindo que uno puede dar".
Claro está que la siembra deriva en la cosecha y, en su caso, esa cosecha ha sido fructífera, según lo sostiene al comentar: "Me llevo el entusiasmo, la alegría de ambas comunidades (San José y Santa María) y también amistad porque enseguida pudimos tomar confianza, la comunidad conmigo y yo con la comunidad. Eso nos permitió caminar estos meses con mucha alegría y con el deseo de que la comunidad católica de Balcarce siga creciendo".
Quedó, por lógica, para el final de la charla, el mensaje de despedida para la feligresía. Y en ese sentido el sacerdote expresó: "El deseo que tengo para con toda la feligresía de Balcarce, que es mucha, es que se unan íntimamente a ese Cristo crucificado que cuando lo vemos en la cruz recordamos el amor que nos tiene. Unirse a Jesús no solo en su pasión , en su muerte, en su entrega, sino también en la alegría de la resurrección, esa vida nueva para todos. Lo que uno desea para la gente de Balcarce es que sea una comunidad unida por la fe, que puedan confesar, proclamar esa fe. Que puedan celebrar esa fe. Uno invita de muchas maneras a que la feligresía de Balcarce, hay mucha que no participa de la misa, se acerquen para que esa unión con Jesús sea más íntima y más fuerte, y también que no sea una comunidad que solo celebra sino que también sea una comunidad atenta por la caridad a las necesidades de los hermanos que más sufren. Toda comunidad tiene que llegar a ser, gracias a la presencia de Jesús, una comunidad de fe, que confiesa la fe, que celebra la fe y que vive esa fe en la caridad, atendiendo las necesidades de los que están olvidados, marginados. Que sea no solo cercana, sino comprometida con la fe".
