Preocupación ante el posible cierre de supermercados con sucursales en Balcarce
La apremiante situación económica que está asfixiando a muchas empresas del país también repercute en nuestra ciudad, no solo en los comercios netamente locales sino del mismo modo comienza a mostrar síntomas preocupantes en eslabones de grandes cadenas que desde hace tiempo recalaron en Balcarce.
Hay, al menos, tres supermercados que en los últimos días han comenzado a encender luces amarillas, advirtiendo que su continuidad está en riesgo.
Uno de ellos, con dos bocas en nuestro medio, deslizó que hay posibilidades de que la firma "levante campamento".
Mientras tanto, una de las grandes firmas que tiene sucursales a lo largo y a lo ancho del país también ha mostrado grietas económicas aunque se habla de una posible venta que serviría de salvavidas para la empresa.
A esto se suma la crítica situación de Toledo, reconocida en los últimos días por su propio dueño, Antonio Toledo, quien advirtió que está "en una situación límite" debido a la presión tributaria.
"Esto no da para más". "No sé si llegaremos a mayo o junio" fueron las contundentes declaraciones del empresario en una entrevista. Sus misiles apuntaron a la carga fiscal: "Llevamos 54 años como supermercadistas y llega el momento de tirar la llave por la ventana y que siga otro. No podemos aguantar la presión tributaria, la de los impuestos. Es tremendo. Hago mal en decirlo, pero ya lo he dicho: no da para más", detalló.
Hay quienes estiman que podría ser una jugada estratégica del titular de la firma, mientras otros aseguran que es "nada más que la verdad"
Lo concreto es que la empresa de raíces marplatenses emplea a casi 2.000 personas e indirectamente genera trabajo a casi 10.000 y a la par afronta diversos inconvenientes de tipo gremial, recientemente la Justicia falló a favor de un grupo de extrabajadores para que sean reincorporados a sus funciones.
Entre ellos, hay un grupo de empleados que cumplen funciones en la sucursal que funciona en avenida Kelly entre 21 y 23.
Lo cierto es que la situación que describe Toledo se extiende a muchas otras empresas porque hoy tanto grandes firmas como medianas y pequeñas deben hacerle frente no sólo a la caída del consumo sino también a la suba de impuestos, cargas fiscales y servicios que resultan asfixiantes.
En medio de este escenario están los titulares de los negocios y los trabajadores que sienten tener la espada de Damocles sobre sus cabezas y que la posibilidad de que caiga sobre ellos está cada vez más cercana.