"No podemos vivir el pan eucarístico si no tenemos capacidad de compartir"
El obispo de la Diócesis de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, encabezó ayer en esta ciudad la celebración de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Jesús. Lo hizo en la Iglesia San José, acompañado por su cura párroco, Pablo Etchepareborda, y el de la Iglesia Santa María, párroco David Ochoa, donde ofreció un oficio religioso.
A su término, numerosos feligreses participaron de la tradicional procesión por las calles que rodean la plaza Libertad con el Santísimo Sacramento que culminó con la bendición de los presentes, entre ellos alumnos de distintas escuelas y representantes de instituciones de la comunidad
Esta fue la única vez en el año que la Hostia Consagrada se llevó en procesión y en la que los católicos manifestaron públicamente su fe en la eucaristía.
LA PALABRA DE MESTRE
Ante un templo colmado de fieles, el obispo Mestre consideró que en la actualidad "la soledad es muy fuerte, también la situación de falta de justicia y la desigualdad que tantas familias experimentan en Balcarce y la Diócesis en general".
Así fue como en una primera parte centró su mensaje en tres palabras: desierto, memoria y comer.
Apuntando que en la sociedad "hay muchas cosas que no andan bien" es que se refirió a la palabra "desierto". Por eso afirmó que "estamos en un lugar desierto"
Siguió con el concepto "memoria". Aquí consideró que memoria no es solamente recordar. "En el sentido bíblico del término, de la lengua hebrea, memoria es recordar haciendo hoy presente. Lo que aconteció en el pasado no simplemente lo recordamos hoy sino que lo volvemos a hacer presente con toda su fuerza y poder. Eso es la Eucaristía. No es recordar el gesto de Jesús sino celebrar cada domingo, cada día, que Cristo muere y resucita para salvarnos y se nos brinda como alimento para el camino, para los desiertos de nuestra vida. Ese es el sentido de memoria. Tiene que ver con el núcleo de la celebración de la Eucaristía".
Resaltó el obispo Mestre que es importante que "uno no vaya a misa por obligación". ¿Por qué va a misa? Respondió a ese interrogante diciendo "porque repetimos el acto del Señor. Como en todas las misas, Cristo vuelve a morir, resucitar y se nos brinda como alimento gratuito para el camino de nuestra vida, para situaciones de desierto que podemos tener o tienen tantos hermanos alrededor nuestro".
Para el religioso, aquí está el núcleo de la celebración de la Eucaristía, que "no debe ser una carga, un peso o una obligación. Nos estamos perdiendo la belleza de venir a celebrar la Pascua de Cristo", admitió.
Luego se refirió a la tercera palabra: "comer". Trajo a su mente la palabra de Jesús que comprometió a sus discípulos: "Denles ustedes de comer". Significa, acotó, que "nos desafía a nosotros hoy, como discípulos misioneros del señor. Jesús nos dice eso a todos quienes buscamos acompañar el proceso y el camino de la fe en la catequesis, en los movimientos, en las instituciones, en la Pastoral de la Salud, en la Pastoral Misionera. En todos esos ámbitos está el gran desafío de 'Denles ustedes de comer' del pan más importante, el único con mayúscula, que es Jesucristo. La memoria presente del Señor en la Eucaristía debe ser entregada a los hermanos para que puedan realmente darle sentido a sus vidas".
Pero esa acción, comentó seguidamente, tiene una profunda emisión de social, ético y de compromiso cotidiano. "No podemos vivir el pan eucarístico si no tenemos capacidad de compartir lo poco o mucho que tenemos con los hermanos más pobres, más necesitados, en situaciones de mayor vulnerabilidad".
El obispo además dejó bien en claro que cuándo se habla de dar de comer y qué tipo de pan, "es el pan material de la escucha, el de la paciencia que es difícil de regalar, el de respetarle el tiempo y el proceso interior de tal o cual persona".
CARTA PASTORAL
En el tramo final de su homilía, Mestre entregó a representantes de las parroquias y capillas copia de la carta pastoral conteniendo una serie de preguntas en el marco de la preparación del sínodo de 2020. Ese trabajo pone el foco en la vivencia, transmisión y compromiso de la fe.
"Estas tres patas para un auténtico cristiano que no pueden faltar: vivencia de la fe, transmisión en la evangelización en la catequesis y servicios pastorales, y compromiso de la fe en esta línea de 'Denles ustedes de comer'. Esta carta pastoral quiere ser un elemento más en este camino sinodal que nos prepara para la celebración del sínodo para responder desde el mismo Dios y Evangelio de siempre a las realidades difíciles y complejas de este tiempo. La carta contiene muchas preguntas para pensar, dejarse estimular y discutir en forma pacífica. Son disparadores de lo que el Obispo piensa en este tiempo de la vida y camino de nuestra lucha", concluyó.
PROCESION
Al concluir la misa tuvo lugar la procesión en cuyo transcurso hubo cuatro paradas o altares. Fueron ellas las denominadas "Espiritualidad sinodal", Mirada sinodal", Testimonio sinodal" y «Compromiso sinodal".