Más de 20 cursos en exposición y un fuerte impulso a la tecnología para 2026
La muestra anual del Centro de Formación Profesional volvió a reunir a una gran cantidad de público que recorrió los stands instalados para conocer de cerca los cursos, proyectos y trabajos que se desarrollan a lo largo del año. Para el director de la institución, Walter Hermandinger, esta edición reafirma un camino de crecimiento continuo y un fuerte vínculo con la comunidad local.
“Lo que ustedes están viendo acá es una muestra parcial, que ya vieron que estaba muy nutrida y lo que representa son los cursos que están actualmente en vigencia. Hay cursos que son más breves, que han sido abordados durante el primer cuatrimestre y ya no están presentes, pero son representativos los cursos que están”, explicó.
Hermandinger detalló que en este momento el CFP cuenta entre 450 y 500 alumnos y que para este año se planificaron 40 especialidades, con unos 20 cursos activos por cuatrimestre, considerando el receso de invierno como punto de inflexión.
TECNOLOGÍA, INNOVACIÓN
Y FUTURO LABORAL
Si bien 2025 avanza con un amplio abanico de capacitaciones, desde la dirección ya se proyecta la oferta del próximo año. Hermandinger adelantó que el objetivo es reforzar las especialidades vinculadas a la tecnología, en consonancia con las demandas actuales del mercado de trabajo.
“Siempre hablamos de incorporar especialidades que tengan que ver con la tecnología, que nos lleven a la innovación y que son herramientas indispensables para quien va a estar en la búsqueda laboral. Hay que tener una pequeña visión de futuro: lo que se viene es inteligencia artificial, robótica… estamos yendo para ese camino, sin descuidar los cursos tradicionales que siempre tienen una demanda muy muy grande”, sostuvo.
LA EXPERIENCIA DESDE
ADENTRO: LA VOZ DE LOS ALUMNOS
Entre los estudiantes presentes, Matías compartió su recorrido dentro del CFP, donde actualmente cursa marketing digital y herramientas virtuales aplicadas a la administración, luego de haber pasado por cursos de robótica y automatización.
“Hace ya dos años que estoy cursando y ha sido una muy buena experiencia. En el curso de robótica aprendimos a utilizar muchas herramientas y a reciclar cosas que están en la calle, que muchas veces uno cree que ya no sirven. Sin embargo, hay un montón de tesoros tirados que pueden reutilizarse. Walter nos enseñó a buscarlos, a recuperarlos y a darles un nuevo uso”, destacó.
Matías ejemplificó con objetos cotidianos que suelen descartarse: “La gente dice ‘se me rompió el ventilador’, y sin embargo ahí hay un motor que puede servir para un proyecto, mover algo, levantar peso, o simplemente para aprender”.
UN LLAMADO A LOS JÓVENES
A la hora de pensar en quienes están definiendo su futuro formativo o laboral, Matías fue claro en su mensaje: “Que se acerquen”.
“Que chusmeen lo que hay en las ferias, que busquen las propuestas que más les interesen porque tal vez descubren que les puede llegar a interesar algo que nunca tuvieron en mente. Puede ser robótica, puede ser cocina… lo importante es venir, hablar con nosotros y quizá descubran una profesión que no sabían que tenían”, afirmó.
Hermandinger coincidió y destacó el rol fundamental que cumplen los estudiantes en la difusión de la institución: “Nuestros alumnos son los mejores embajadores. Más allá de la difusión que podamos hacer nosotros, que puede carecer de objetividad porque estamos involucrados, ellos son quienes llevan la bandera y transmiten a la comunidad lo que es el Centro de Formación Profesional”.
