La vigencia de la gráfica
La “Foto del Año” no es solo una producción periodística: es, ante todo, un acto simbólico. La imagen impresa de quienes fueron destacados a lo largo del año adquiere un valor que trasciende el momento del disparo fotográfico. Para cada protagonista —y también para sus familiares y allegados— esa foto se transforma en un recuerdo tangible, en un pequeño tesoro destinado a perdurar en el tiempo. No se pierde en la fugacidad de una pantalla ni queda sepultada en la vorágine digital: se guarda, se enmarca, se hojea, se comparte. Es memoria material, de esas que pasan de mano en mano y de generación en generación.
En esa misma línea, el Anuario cobra una dimensión especial. Un suplemento de casi cien páginas donde se recopilan las notas más destacadas del año no es solo un resumen informativo, sino una verdadera reliquia periodística. Allí queda plasmado lo que ocurrió, quiénes fueron protagonistas, qué temas atravesaron a la comunidad y cómo se los contó. Es un documento que resiste al olvido, una pieza que permite volver sobre lo vivido y entenderlo con perspectiva. En tiempos donde lo digital se consume y se descarta con rapidez, el papel sigue ofreciendo algo irremplazable: la posibilidad de conservar la historia, tocarla, releerla y saber que no puede perderse con un simple click.
En tiempos de vértigo informativo, de pantallas omnipresentes y noticias que nacen y mueren en segundos, la “Foto del Año” vuelve a reafirmar una convicción: el periodismo gráfico no sólo está vigente, sino que conserva virtudes irremplazables. La gráfica permite detenerse, mirar dos veces, investigar, editar y narrar con profundidad. Allí donde la inmediatez suele imponer velocidad, el papel ofrece contexto; donde abundan las cronologías fragmentadas, propone síntesis y sentido.
APLAUSOS, BRINDIS Y CIERRE COMPARTIDO
Luego de la toma de las distintas imágenes —que se sucedieron una tras otra—, familiares y amigos observaron atentos la escena desde detrás de cámaras, registrando también el momento con sus celulares. Al finalizar el trabajo, un aplauso espontáneo selló el encuentro: reconocimiento para quienes fueron destacados por su labor y también para este medio gráfico, por el trabajo silencioso y sostenido que implicó el relevamiento y la convocatoria personal.
El cierre fue distendido y cálido. Un brindis compartido y una porción de pan dulce, servidos por el personal del Museo, dieron lugar a charlas informales, sonrisas y deseos de un buen año por venir.
AGRADECIMIENTOS
Desde El Diario, agradecemos especialmente a los directivos de la Fundación Museo del Automovilismo “Juan Manuel Fangio” y a todo su personal por permitirnos, una vez más, albergar la “Foto del Año” en un escenario tan emblemático, así como por la atención brindada a los invitados.
Del mismo modo, expresamos nuestro reconocimiento a los directivos de la Escuela de Educación Secundaria N°3 “Carmelo Sánchez”, quienes colaboraron de manera fundamental al facilitar en préstamo las tarimas necesarias para el armado de la escenografía.
HECHO EN BALCARCE, PARA BALCARCEÑOS
Gracias a la moderna tecnología digital con que cueta la empresa Imagen Balcarce, fue posible realizar nuevamente esta producción gráfica especial. El Anuario 2025 fue elaborado, diagramado e impreso íntegramente en nuestra ciudad.
Esto convierte a El Diario en el único medio local que realiza todo su proceso de producción en Balcarce, como parte de una apuesta sostenida desde 1995, respaldada por lectores, comercios e instituciones. A todos, sinceramente, muchas gracias.
