Marcela Molina: "La gente colabora pero la situación sigue siendo dolorosa"
"Somos una familia que ayuda a niños Wichis y Tobas con desnutrición, ¿Me ayudas?" dice en la portada del Facebook de Marcela Molina, quien desde hace casi una década, junto a su esposo Abel, se encarga de brindar ayuda a estas comunidades aborígenes salteñas. Con un par de viajes cada año y el envío mensual de encomiendas conteniendo mayormente alimentos y medicación, buscan aliviar aunque sea un poco la dura situación que se vive en estos lugares.
Si bien la vida se ha tornado difícil en todos lados siempre queda el lado solidario para socorrer al más desposeído. Por eso, además de lo antes mencionado también Marcela creó la denominada "Pascuas Solidarias", campaña destinada a los chicos que padecen desnutrición en esa zona del Chaco salteño.
BIEN, PERO CON TRISTEZA
A la hora de repasar lo vivido durante 2019, le contó a El Diario que "no ajeno a la crisis general, se nos complicó un poco pero dentro de todo la propuesta salió bien. La gente siguió donando y colaborando porque sino sería imposible llevarla adelante. Nosotros continuamos haciendo eventos. El año pasado hicimos dos viajes: uno en mayo y otro en octubre. Estoy contenta con los resultados pero con la tristeza de volver y ver que está todo igual o peor en las comunidades Wichis y Tobas que visitamos con mi esposo. En el último viaje se notó y mucho la crisis del país. Pero conforme, reitero, con el apoyo de la gente".
Cuando ven al matrimonio balcarceño llegar con todas las donaciones recogidas al norte de nuestro país, son los niños los que primero corren a su encuentro. "Ellos todo el tiempo están pendientes de los alimentos y de la medicación que les llevamos. Nos comentan que allá no hay nada. Incluso nos han señalado que a niños enfermos les han sacado las pensiones que tenían. Hay un chiquito cuadripléjico que no le entregan colchones, por ejemplo. Hace pocos días hicimos un envío de colchones especiales y medicación para este niño…Uno trata de ayudar, con los viajes que hacemos más las encomiendas que mandamos una vez al mes. Eso sirve bastante y ellos se muestran felices", relató.
NO HAY MUCHA AYUDA
Hay casos que Marcela Molina y su esposo Abel siguen de manera puntual, preocupándose de la evolución de los pequeños que padecen algún problema de salud en especial de desnutrición.
Expresó Marcela que también hay otras personas que brindan su ayuda. Existe el denominado Festival Solidario en el cual médicos de distintas especialidades hacen su tarea. "Evalúan a los niños, elaboran los diagnósticos y luego piden que los deriven a centros asistenciales de Salta o bien el Hospital Garrahan. Pero si esto no sucede por parte del Estado, el problema queda en el monte", indicó.