La inspiradora historia de Estela Farías: pionera en la cocina para celíacos
El Diario dialogó con Estela Farías, una emprendedora y pionera en la ciudad en el rubro de alimentación para celíacos. Estela relató cómo fueron los comienzos de su emprendimiento, los esfuerzos por ofrecer opciones seguras y deliciosas sin gluten para la comunidad. Estela es propietaria de una panadería especializada en alimentos sin gluten «Eat Gluten Free», le diagnosticaron celiaquía en 2010 y comenzó a cocinar alimentos sin gluten en 2017 elaborando viandas. Abrió su panadería en octubre de 2022 y hoy ofrece una variedad de panes, pasteles, pizzas y otros productos horneados sin gluten.
EL DIAGNÓSTICO QUE MOTIVÓ EL EMPRENDIMIENTO
«Me diagnosticaron celiaquía en el 2010, antes de una operación de páncreas muy complicada, debido al diagnóstico tuvimos que postergar la intervención para que yo hiciera la dieta y mis niveles de celiaquía bajaran. Ahí empecé, después de la operación y de pasar una situación complicada, a hacer cursos de Manipulación de Alimentos especializados en celiaquía. Comencé en Mar del Plata con cursos online y en 2014 los continué en Buenos Aires, de manera presencial», relató Estela.
En aquella época Estela trabajaba como maestra jardinera, luego de alcanzar la jubilación, en 2017, decidió invertir su tiempo en ayudar a los demás, así como lo hizo durante sus años como docente, su vocación siempre fue pensar en el prójimo. «Sabía que podía ayudar desde el lado de la cocina, porque además de enseñarle a cocinar a los celíacos también podía orientarlos en el camino de la celiaquía, que no es fácil; así que empecé a elaborar viandas junto a mi nuera», indicó. Estela se convirtió en la primera balcarceña en vender comida sin TACC en Balcarce, en octubre de 2022 Estela habilitó su propio negocio en su casa, «Eat Gluten Free».
EAT GLUTEN FREE
El local se encuentra ubicado en calle 28 Nro 1028, y permanece abierto de miércoles a sábado de 10:30 a 12:30 y de 17 a 20. «Los lunes y martes estamos cerrados porque elaboramos y cocinamos todo fresco. Generalmente la comida se compra hecha 10 o 15 días atrás, pero en el caso de la comida sin gluten se seca, por eso tenemos que cocinar a diario para que el miércoles, cuando abro, tengamos todo fresco. Hay muy poco frizado en el local, porque priorizamos que comas algo rico y fresco y del día o dos días anteriores, más no», explicó.
Estela abogó por una mayor conciencia y comprensión de la enfermedad celíaca en Balcarce, destacando la falta de opciones accesibles sin gluten y los desafíos que enfrentan quienes padecen esta afección. Ella cree que la educación, particularmente en las escuelas, es crucial para combatir la desinformación y promover la inclusión.
«Yo no conocía lo que era la celiaquía hasta que conocí a una alumna de mi jardín, que hoy es mi clienta, ahí tomé conciencia de lo significaba y de los cuidados que hay que tener. Su mamá llegaba con la viandita y nosotros nos encargábamos de que no tuviera contaminación cruzada, después me tocó a mí y hoy ayudo desde mi lugar en lo que puedo», contó Estela.
«Seguimos muy desinformados con respecto a la celiaquía, se habla poco de la contaminación a la hora de cocinar. Los que no comemos gluten no podemos usar los mismos elementos a la hora de cocinar que una persona que no padece de celiaquía porque terminamos descompuestos. Hubo casos de gente que incluso llego a estar internada».
ORIENTAR A LOS CELÍACOS EN SU CAMINO
Estela además de llevar adelante su local, orienta y asesora a sus clientes en el arduo camino de la celiaquía, brindándoles información acerca de elaboración y cuidados a la hora de ingerir alimentos sin gluten en hogares donde no se acostumbra a consumir productos para celíacos. «Siento que nos deben tener más en cuenta, hay lugares que no ofrecen nada para celíacos, nosotros muchas veces dejamos de tener vida social porque vamos a algún lado y no tenemos qué comer. Tenemos que llevar nuestra vianda porque no podes compartir nada, ni siquiera un mate».
Eat Gluten Free cuenta con una numerosa clientela que confía en sus productos de calidad. «Por suerte mis clientes siempre me acompañaron, desde que comencé con mi emprendimiento hasta ahora siempre confiaron en lo que hago. Hoy sigo haciendo cursos, lo hago para mejorar la calidad de lo que hago, hay que seguir estudiando, probando y cocinando para ver qué receta sale mejor. La gente está conforme así que supongo que les gusta todo lo que hago».
En el local se elaboran todo tipo de pastas con productos sin TACC, además de postres, pan, dulces, empanadas, tartas, snacks, entre otros. «No es fácil cocinar comida para celíacos, cuando elaboré mis primeros panes los tenía que tirar porque no me salían, por suerte conté con la ayuda de Lucila Bodega, quien me enseñó a cocinar. No hay que seguir una receta nada más, hay muchos tips que tenes que tener en cuenta. Por eso muchos clientes se acercan a mi local y me preguntan cómo hacer y yo los guío».
Estela, como buena docente, cree que el tema de la desinformación sobre la celiaquía puede ser tratado desde las escuelas. «Los más chicos son los que más absorben toda la información y los que les enseñan a los adultos. De otra manera, ¿cómo haces para que la gente se entere?, los medios de comunicación tendrían que estar más empapados en el tema, lo mismo con el Municipio, Balcarce no tiene un censo donde digan que tal % de la población es celiaca».
«LOS CELÍACOS NECESITAMOS QUE NOS ESCUCHEN»
«Somos pocos celíacos y la clientela es menor, además la comida sin TACC y los insumos son caros. Uno trata de hacer lo mejor posible, personalmente he gastado mucha plata en cursos para lograr tener mejores productos, cuesta mucho y además Balcarce necesita más información. Los celíacos necesitamos un lugar y necesitamos que nos escuchen. La información es importante porque hay muchas personas que tienen los síntomas y no saben que padecen de celiaquía o son intolerantes al gluten».
«Siempre busco cocinar lo más rico posible, lo más cercano al sabor que manejan las personas que comen comida con gluten». Estela dio cursos dentro de la Colectiva Julieta Lanteri, que para este año están programando más cursos de Manipulación de Alimentos. «Hoy evolucionó mucho la comida sin gluten, antes las comidas eran mucho más secas, con otro sabor distinto al de hoy. Los que recién están diagnosticados con celiaquía buscan que el pan tenga el mismo sabor que el que comían antes y no es el mismo sabor. Nos estamos acercando, hemos evolucionado un montón, pero todavía falta porque son diferentes harinas, además la harina va mezclada con almidones y féculas y eso hace que cambie la textura», concluyó.