La gran familia del “Parroquial” celebró 100 años de vida

La gran familia del “Parroquial” celebró 100 años de vida

Se llevó a cabo el acto oficial por los 100 años de la Escuela Parroquial «Emilio Lamarca». La ceremonia comenzó pasadas las 10 de la mañana, en el atrio de la Parroquia «San José» en donde las comunidades educativas de la ciudad, familiares y vecinos colmaron el lugar. Estuvieron presentes en el acto, el intendente Esteban Reino; el presidente del Concejo Deliberante, Agustín Cassini; el cura párroco Pablo Etchepareborda, el titular de la Junta Regional de Educación Católica de la Diócesis de Mar del Plata (JUREC) y representante legal de la institución, Javier Sánchez; la inspectora Jefa Regional de la Dirección de Educación de Gestión Privada (DIEGEP), Paula La Battaglia; el representante legal del Colegio, Francisco Ridao; la directora anfitriona, María Luján La Rocca y la presidenta del Consejo Escolar, Analía Panaggio, entre otros.

CALAMOTE Y

GONZALES

Susana Calamote, vicedirectora suplente de la institución, junto a la docente Andrea Gonzalez, fueron las oradoras de la ceremonia. Calamote fue la primera en tomar la palabra, y dejó un sentido discurso en alusión a los 100 años del Colegio «Parroquial». «El centenario de nuestro colegio reviste una suma importancia, valorar la visión educativa en su total dimensión y celebrar un fructífero proyecto pleno de logros y realizaciones, es y fue siempre nuestro objetivo. Este es el momento en donde podemos compartir vivencias nostálgicas, momentos imborrables de nuestro ayer y hoy. Recordando también a las personas que resultaron ser nuestros pilares fundacionales que, con espíritu emprendedor y con convencimiento, permitieron que hoy estemos reunidos para festejar el cumpleaños número 100 de nuestra institución. El colegio no es un edificio vacío, es el lazo de nuevos amigos, el recuerdo de un proyecto que perdurará por siempre, de una institución activa y con objetivos».

Luego del discurso, y del ingreso de las banderas de ceremonia portada por alumnos del Colegio Parroquial, se entonaron las estrofas del Himno Nacional, en la voz de Emiliano «Pampita» Pellegrino, con el acompañamiento en el piano del profesor Leandro Blanco y la interpretación en lengua de señas de Julieta Latorre.

ENTREGA DE

RECONOCIMIENTOS

Posteriormente, el jefe comunal, acompañado de Francisco Ridao y Agustín Cassini, hicieron entrega de una placa en nombre del Pueblo y Gobierno de la ciudad a la Escuela «Emilio Lamarca». Lo propio hizo la Junta Regional de Educación Católica de la Diócesis de Mar del Plata, quien a través de su representante, Javier Sánchez, entregó un reconocimiento a la institución educativa de nuestra ciudad. Para finalizar, Francisco Ridao, obsequió a docentes, ex docentes y ex directivos, un marco con cada uno de los nombres que integraron la comunidad educativa del Colegio Parroquial.

BENDICIÓN DEL

PÁRROCO PABLO ETCHEPAREBORDA

A su turno, el párroco Pablo Etchepareborda, bendijo las placas y obsequios entregados a la comunidad educativa del Colegio Parroquial, y agradeció en su discurso a todos aquellos pioneros que hicieron posible que hoy la institución católica continúe la senda de educar con la palabra de Dios. «La educación es algo esencial a la persona. Desde que el hombre es hombre, busca transmitir saberes y conocimientos y a su vez enseñar a vivir. En estos 100 años queremos agradecer a quienes iniciaron este camino y ya no están, los que nos acompañan ahora y los que vendrán después. Juntos estamos enseñándoles a los niños a vivir y para eso, necesitamos que esta comunidad educativa sea una gran familia, mas allá de los directivos y docentes, ya que sin esta gran familia no podríamos crecer», remarcó el sacerdote.

«La escuela, tanto de gestión estatal como privada, forma a niños y adolescentes. Cuantos grandes representantes de nuestro país se han formado en escuelas, no tiene que haber distinción en la educación, tenemos que entre todos buscar la unidad y el crecimiento armónico, con las mismas oportunidades, sea cual sea la gestión», continuó.

«A su vez la Escuela Parroquial tiene una identidad propia, si la educación en Argentina forma ciudadanos, nuestra escuela y comunidad educativa tiene que formar cristianos. Creo que Cristo nos da una gran ventaja, que nos hace ver la mirada del hombre y la mujer desde los ojos de Dios, con todos los potenciales que Él nos ha dado. Expresada en el amor, respeto, integración, solidaridad, y en ayudar a que todos seamos miembros de una comunidad educativa», concluyó.

JAVIER SÁNCHEZ

Posteriormente, el representante legal de la Junta Regional de Educación Católica de la Diócesis de Mar del Plata, Javier Sánchez, expresó: «es una alegría ver y compartir este aniversario con esta comunidad, como dijo el padre Pablo, hay que agradecer a aquellos que han empezado a soñar con esta comunidad. También a las ex directivas que hoy nos acompañan que han sido un baluarte en esta institución. Es importante ser agradecidos con aquellos que nos preceden, tomar la posta y seguir adelante. Como la educación es tan trascendente, la iglesia no quiere dejar pasar este lugar pleno de evangelización. Es muy valioso que una comunidad hace 100 años haya pensado en poner una escuela católica, que transmita conocimientos, pero que también enseñe ese gran tesoro que tenemos los católicos, Jesús, quien nos marca el camino y le da sentido a nuestra vida».

OFELIA PANAGGIO

Representando al grupo de ex docentes y directivos de la escuela Parroquial, Ofelia Panaggio tomó la palabra para compartir su experiencia en los casi 25 años de desempeño en la institución. «Es un honor haber transitado tantos años en esta escuela. Lo hice desempeñando diferentes funciones, cada una con distintos objetivos, pero todas conducidas a una meta común, que era la formación integral de los alumnos en la fe cristiana». Ofelia Panaggio ingresó en el año 1976,convocada por el padre Raúl Peñalba como maestra inicial suplente de una sala anexa que funcionaba en la Sociedad de Fomento «San Martín» que complementaba al curso preescolar como se denominaba anteriormente. Al año siguiente y durante 10 años más, se desempeñó como maestra de primer grado titular. «Esa etapa fue muy importante para mí, en esta escuela aprendí a ser maestra, a convivir con mis compañeras, a las que recuerdo permanentemente. Si bien no tenemos un contacto diario, me llevo de ellas lo mejor. Durante esta etapa tuve la posibilidad de forjar muchos vínculos, de trabajar codo a codo con mis compañeras. Sobre todo de formar mi familia, nacieron mis hijos y ellos también vinieron a esta escuela».

Por último, Panaggio cerró su participación agradeciendo el trabajo durante años de la Unión de Padres, «por todo el aporte que hicieron para hacer mejor a esta institución, siempre trabajando codo a codo con nosotros y sin medir ningún esfuerzo ni tiempo personal. Tiempo después me convocaron para pertenecer al equipo directivo de la escuela como vicedirectora. Tuve la oportunidad de compartir trabajo con Pilar Fasciglione, Nilda Potrino, Francisco Ridao y Alicia Perrone, los cinco trabajamos a la par para que todo funcionara bien. En 2002 me despedí de esta escuela para continuar en el nivel inicial de la educación estatal, pero debo decirles que jamás me olvidé de esta escuela, y especialmente de los alumnos que pasaron por mi historia profesional», concluyó.

PAULA LA BATTAGLIA

Seguidamente, la inspectora Jefa Regional de la Dirección de Educación de Gestión Privada (DIEGEP), Paula La Battaglia manifestó cual es, a su criterio, la característica que hace que una escuela permanezca durante tantos años al servicio de la comunidad. “Las inspectoras somos las que acompañamos a las escuelas a poder trabajar en el marco de la educación pública, más allá de que la gestión sea privada o estatal. Nuestro trabajo significa, ver, acompañar, escuchar y trabajar junto a los docentes, equipos directivos y la comunidad educativa en general. Es importante identificar qué criterios hacen que una institución le dé respuesta a la comunidad en un marco educativo y permanezca en el tiempo. Una de ellas es que cuente con una gran familia, pero también enseñarles a los chicos y chicas qué significa vivir en comunidad, y por sobre todas las cosas trabajar desde el amor”.

Cerca del cierre del acto, un grupo de alumnos de primaria junto a sus docentes presentaron números de baile y acrobacias, acompañados por el coro de señas de la escuela. Para finalizar la ceremonia, se dio paso a la tradicional suelta de palomas blancas, que representan el símbolo de paz, uno de los valores esenciales en la educación y formación cristiana de los alumnos del Colegio Parroquial.

«Nos comprometemos a seguir contribuyendo a la educación integral y cristiana de los niños»

La vicedirectora de la institución, Susana Scinardo, habló de cuán importante es la vocación del docente en los tiempos que corren y se comprometen  «Cada una de las docentes y directivos somos convocados por Dios por la vocación docente y el desafío profesional para continuar la fecunda historia de la escuela Emilio Lamarca. Nos sentimos dichosas, porque entendemos que al mirar la historia de nuestra institución heredamos un sueño que nos hace ser parte de la construcción de un aporte de bien para la comunidad de Balcarce. Sentimos orgullo de que, en medio de una sociedad que olvida edificarse desde los valores de justicia, paz y solidaridad, nosotras podamos, desde un proyecto educativo, continuar educando desde estos valores tan fuertemente presentes en nuestra escuela».

Por su parte, la directora María Luján La Rocca, sostuvo que continuarán el compromiso educativo y cristiano de la Escuela Parroquial. «Nos comprometemos a promover la formación de una escuela que sea una gran familia, como lo dice nuestro lema. Fomentar la comunidad y alentar a que cada uno de los que formamos esta familia podamos desde nuestro rol y función, seguir contribuyendo a la educación integral y cristiana de los niños, quienes le dan sentido a nuestra vocación y trabajo».

El representante legal de la escuela, Francisco Ridao, por su parte manifestó que «es muy gratificante ver a mis señoritas de jardín y primaria hoy acompañándonos en este aniversario. Después de egresar inicié como profesor de primaria, e inicié una vida que ya lleva 28 años en el Colegio. En donde me tocó seguir aprendiendo, en ese camino como profesor encontré una función que hoy sigo cumpliendo, como representante legal del colegio. Las escuelas como el Parroquial han nacido con la intención de recuperar los valores de las personas y formar ciudadanos de bien, con el aporte de la Iglesia y de la mano de Dios tratamos de acentuarlo día a día. Apostando siempre a los valores como  el amor al prójimo y buscar el bien común, que resultan esenciales para el crecimiento de cualquier comunidad».