Integrantes del equipo de trabajo de «El Volcán» festejan. Comparten esa alegría con los cabañeros locales de «Inambú», «Don Avelino» y «El Cerro»

El trabajo y la inversión de años se ven reflejada en una exposición como la de Palermo, a la que año a año concurren las cabañas bovinas para mostrar sus líneas genéticas. Lo hacen convencidas de que producirán los mejores animales. Y ese objetivo está acompañado por otro sueño de los criadores de toros y vacas como lo es obtener la codiciada cucarda color celeste con la que se consagra al Gran Campeón de la raza la cual le dará prestigio, clientes y jugosas ventas.

«Heredero» era más que una promesa

Es verdad, porque es subjetiva la elección, que no se sabe cuando uno puede tener un Gran Campeón pero si se lo intuye. En 2018, «Heredero» fue consagrado como el mejor Ternero entre los Angus y luego el Reservado Gran Campeón, lo cual era un fuerte indicio que si seguía evolucionando se estaba en presencia de un ejemplar para tener muy en cuenta en la edición 133º de la Exposición Rural de Palermo que cerró sus puertas ayer en Capital Federal.

Y así fue. En la tarde del viernes, «Heredero» ganó su subdivisión en el campeonato Dos Años Menor. Al explicar el motivo de esa decisión, el jurado Néstor Chiaravalli no ocultó la grata impresión que le causó el ejemplar de la cabaña balcarceña, en especial el largo y la profundidad corporal

Minutos más tarde fue el momento de la elección del mejor Dos Años Menor. Se inclinó nuevamente por «Herededo» ante el cerrado aplauso del público, convirtiéndolo en uno de los favoritos en la «gran final».

Chiaravalli dijo, asombrado, que estaba «ante una extraordinaria fila de campeones» para luego caminar lentamente, acrecentando la incógnita sobre su elección frente a una multitud. Fue entonces cuando tocó con su palma derecha el lomo de «Heredero» para algarabía de Federico Boglione y toda la familia de «El Volcán».

Lo logrado es producto, como afirmó el propio Boglione, es producto por sobre todas las cosas «de un trabajo en equipo». Es un convencido que esa es la fórmula del éxito de la cabaña que desembarcó en Balcarce a principios de la década del noventa adquiriendo genética de Montana, Estados Unidos. También debe haber una buena dosis de inversión, selección, preparación, tecnología y experiencia.

EXITOSA TRAYECTORIA

En lo que va de esta década, «El Volcán» se viene destacando por la calidad de su genética lo cual ha sido resaltado en múltiples exposiciones. En 2013 obtuvo la Gran Campeón Hembra; en 2017, el tercer mejor Angus; en 2018, el Reservado Gran Campeón y ahora el máximo galardón. A esto hay que sumarle los premios Banderín que la Asociación Criadores de Angus entrega a manera de reconocimiento a aquel establecimiento que ha tenido la mejor actuación a lo largo del año con sus reproductores en las exposiciones de Palermo, de Otoño, Nacional Angus y Nacional del Ternero y que El Volcán recibió en 2013, 2017 y 2018.