La semana pasada, la delegada titular del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del Depto. Judicial Mar del Plata, ante el Partido de Balcarce, Carolina Viana, se reunió con el titular de la SubDDI local, el licenciado Maximiliano Blanco Rio, con el fin de visibilizar casos de estafas por redes sociales, como venta o alquileres de inmuebles. El Diario dialogó con Viana sobre la importancia del rol del martillero público matriculado para evitar cualquier tipo de operación fraudulenta.

"Nos convocó nuestra preocupación por este tipo de situaciones para que no vuelvan a repetirse. Es mi función como delegada compartir esa información y destacar la importancia del martillero. Es fundamental para que situaciones como la de estafas mediante redes sociales no vuelvan a pasar. Lo que está pasando a nivel nacional con relación específicamente a alquileres es algo de público conocimiento, debido a que hay una altísima demanda y en situaciones particulares, mucha desesperación", indicó Viana.

Viana también habló acerca de la actuación del profesional inmobiliario y sobre lo importante que es su capacidad para construir confianza a partir de su trabajo. "La conexión entre propietario y el locatario está dada exclusivamente por un martillero. La posibilidad de evitar estas situaciones es el llamado a la comunidad a tener en cuenta y estar alerta. Los delincuentes aprovechan las situaciones de urgencia de la gente para cometer este tipo de delitos. El llamado es confiar y contratar el servicio de martillero matriculado para este tipo de operaciones inmobiliarias, que pueden ser alquileres o ventas", señaló la martillera.

El profesional no sólo se encarga de orientar y aconsejar acerca de su mejor opción de negocio, sino que también se asegurará de que se realice con transparencia. Carolina afirmó que en la virtualidad es más sencillo concretar delitos de estafa. "La víctima nunca llega a conocer a quienes intervienen en el proceso. Se deposita y luego esa cuenta desaparece, se bloquea a la víctima y es imposible rastrear al estafador. En este tipo de casos , la única información a la que accede el inquilino es a fotos, obviamente falsas, sacadas de aplicaciones como Google Maps y el contacto se da solo a través conversaciones por chat, sin el aporte de otro dato más que el perfil de Instagram o Facebook. El martillero por el contrario acompaña al interesado, recorren juntos una propiedad, la seña o reserva se hace en nuestras oficinas y el martillero firma en representación del propietario" expresó Viana. También aclaró que no hay consentimiento de la reserva. "Son dos pasos distintos, el martillero hace un paso previo, toma la seña del interesado de forma física en la oficina y se firma. El propietario debe consentir esa reserva para la cual el martillero lo convoca y consciente la reserva aceptando de conformidad la operación" explicó.

"Los modos de operación de este tipo de estafas por internet, hay algo que es determinante, lo que se ofrece es al menor valor posible. O es muy bueno, en el caso de una venta de muebles y además es barato, el gancho es "esto es todo lo que yo quiero a este valor, vamos con la transferencia". Por eso reitero la importancia del rol del martillero, las oficinas inmobiliarias exponen una oblea en cada puerta o frente de vidriera, en donde te dice que ese colegiado está activo", manifestó Carolina.

En la actualidad, y con la finalidad de facilitar la elección de su inmobiliaria habilitada, el CMBB ha puesto en práctica un sistema de obleas que identifica al profesional habilitado. La presencia de obleas autoadhesivas en la vidriera de muchas inmobiliarias locales identifican al profesional matriculado que se encuentra al frente de la firma. Viana destacó que la oblea es símbolo de seguridad, ya que proporciona la tranquilidad de estar operando con un profesional matriculado. "El periodo que indica la oblea vigente, es la categoría para que el interesado identifique que un martillero esta colegiado, activo y matriculado" cerró la profesional.

La intervención y asesoramiento de un martillero asegura a ambas partes, comprador y vendedor, una operación justa y sin riesgos. Evitando caer en manos fraudulentas que, alegando ser profesionales o asegurando un buen negocio, causan una desagradable sorpresa que pueda terminar en perdida del patrimonio o inversión. Por ello, es necesario recurrir siempre a una inmobiliaria que tenga al frente a un profesional matriculado.