Francisco Florez: con la ansiedad de pasar de Cadete a Bombero
Francisco Florez transita sus últimas semanas en el rango de Cadete del Destacamento Nº 1 de San Agustín,
donde se inició hace cinco temporadas. Vive en el pueblo, se encuentra finalizando sus estudios secundarios y
además integra el plantel de Cuarta división del Club Atlético San Agustín, en el certamen de la Liga Balcarceña.
En breve, concretamente a mediados de julio, pasará a convertirse oficialmente en Bombero.
Empezó en 2018 en la Escuela de Brigada, ya en 2021 al cumplir los 16 años pasó a ser Cadete y en poco tiempo más logrará su objetivo primordial. No tiene antecedentes familiares como servidores públicos, simplemente comenzó en el rubro tras una visita de los integrantes del cuartel al lugar donde concurre a clases, algo le llamó la atención y despertó su interés.
"Fueron a la Escuela a decir que iban a empezar a formar bomberos acá y con unos amigos nos anotamos. De todos ellos, dos ya son Bomberos y quedamos dos más. En realidad quedamos cuatro, pero empezamos cerca de diez y otros fueron quedando en el camino".
Cuando sus padres se anoticiaron y posteriormente con sus idas constantes al Cuartel, lo indagaron para saber si realmente se daba cuenta del significado de esta actividad. Y con los años ellos mismos se dieron cuenta que su hijo lo había tomado con seriedad. "Primero me preguntaban si estaba seguro, si me gustaba, si me la iba a bancar en el tema de los accidentes. Ahora ya es algo más de la familia".
A PESAR DE TODO
Lógicamente y como en cualquier ámbito, con el paso del tiempo tuvo que lidiar a veces con dificultades que se le fueron atravesando en el camino, pero como tenía su norte bien definido las sorteó una a una, a pesar de lo que trajeran consigo.
"He tenido roces con compañeros y otras cosas, pero se superaron. Creo que si uno quiere llegar a ser bombero, se la tiene que bancar. Primero empecé a ver qué onda, pero después me empezó a gustar y entonces me propuse llegar".
Hoy está a punto de conseguirlo, sabiendo que en el trayecto hubo un gran esfuerzo personal y sintió el respaldo de los que lo rodean. En definitiva, fue tras su meta y a punto se encuentra de alcanzarla.
ACOMPAÑAMIENTO
A lo largo de este recorrido, contó con el respaldo y la guía de varios mayores, practicantes de la misma profesión, que de alguna manera marcaron su progreso.
"Empecé con dos instructores de Balcarce, que en su momento también estuvieron en la Escuela de Cadetes allá, como Walter Ivorra y Gustavo Domínguez. Después acá siempre con los chicos, con Fabián Sierrra, Pablo Labaroní y todos. Después con los instructores que tuve en el Plan de Capacitación de ingreso (PCI), que es lo que hacen los cadetes cuando cumplen los 16 y dura cerca de dos años".
Precisamente allí aprendió desde la historia del Cuartel a primeros auxilios, tipos de incendio, componentes del fuego, técnica de extinción y tantos otros conocimientos que se deben adquirir en el desarrollo de la etapa formativa. Y que tanto le aportarán en su vida futura dentro de la institución.
Francisco agradeció a todos los que de una u otra manera lo ayudaron, a los choferes que lo llevaban a él y sus compañeros a realizar el curso a Balcarce, a sus superiores, instructores, familiares, amigos y demás. "La verdad, tengo que agradecer a todos, porque todos nos han ayudado".