Fieles participaron del "Paseo de las Capillas" en ciudades vecinas de Balcarce
Cada 25 de septiembre llegan peregrinos de distintas partes del país a venerar a la Virgen María, bajo el título de María del Rosario de San Nicolás, una advocación mariana tan popular que congregó cientos de miles de personas mucho antes de que fuera aprobada por la Iglesia Católica. La Virgen del Rosario de San Nicolás es una de las muchas advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo.
El pasado domingo 25 se realizó el paseo de las Capillas Rurales de Balcarce, que incluyo en su travesía, la participación de la celebración en honor de la Virgen del Rosario de San Nicolás, ceremonia que se llevó a cabo en la Ermita que se encuentra en el camino que une Mechongué con San Agustín. La misma fue oficiada por el sacerdote David Ochoa, quien estuvo acompañado por gran parte de la feligresía rural de la zona.
La ermita fue la última obra del padre Germán Lips y fue inaugurada por el obispo José María Gancedo. La advocación de la virgen del Rosario fue elegida por el padre Germán que tenía en su haber varias construcciones, no solo de capillas, sino también de ermitas, a las cuales ponía advocaciones de vírgenes criollas para aumentar la fe en toda la región.
El paseo que se inició en Balcarce, incluyó la visita a los templos rurales de Los Pinos, San Agustín y Mechongué, además de un recorrido por ejido urbano de los pueblos. Los pasajeros fueron acompañados por una guía de turismo local, quien amenizó la excursión narrando historias sobre las Capillas y anécdotas aquerenciadas por la feligresía.
Este paseo nace como respuesta solidaria con las comunidades católicas de los pueblos dentro del marco de acciones de turismo comunitario, a través de los cuales se busca colaborar con las actividades pastorales el mantenimiento de los templos, desarrollando experiencias que apunten a la difusión y la valorización del patrimonio local.
Una hermosa tarde de sol, naturaleza, historia, recogimiento y meditación. Existe una tradición que dice que "cada vez que pisas por primera vez una iglesia, debes pedir un deseo". Los pasajeros regresaron con la promesa de sus deseos por cumplir. Es el deseo que esta tradición cristiana se realice a cada uno de ellos.