Estudio "Arte y Danza": un espacio de desarrollo y superación personal

Estudio "Arte y Danza": un espacio de desarrollo y superación personal

El estudio "Arte & Danza" consiguió clasificarse a la gran final del Campeonato Sudamericano de Flavio Mendoza luego de disputar la instancia selectiva en el Auditorio Belgrano de Capital Federal. La final se llevará a cabo los días 8 y 9 de diciembre en el Teatro Gran Rex.

El grupo «Expression», conformado por 17 jóvenes de entre 9 y 23 años y dirigido por Martina Agüera, se quedó con el primer lugar (entre 57 coreografías) en la categoría urbano adulto big. Además, las balcarceñas recibieron un reconocimiento a «Mejor carisma» dentro del certamen. «Fue una experiencia increíble, los profesores estuvieron súper predispuestos, lo mismo con los bailarines, no pasaron nada por alto en la organización», expresó Martina Agüera a El Diario.

EL PASAJE A LA FINAL SUDAMERICANA

«Los chicos todavía están en shock, volvimos muy contentos y con ganas de contarle a todo Balcarce lo que habíamos vivido en la selectiva. La gente empezó a subir la noticia a las redes sociales, salimos en notas en diferentes medios de comunicación, ver a la familia de los chicos compartiendo nos puso muy contentos. La experiencia para ellos fue increíble, además tuvieron la oportunidad de conocer un teatro como el Gran Rex.

«Las selectivas la mayoría son en Mar del Plata, justo se dio el caso que no podíamos asistir, por eso la hicimos en Buenos Aires. Fue la primera vez que tuvimos una selectiva tan lejos, por lo general siempre buscamos lugares más cercanos por los gastos de las familias», explicó Martina. «En total se presentarán más de 900 bailarines en la final del Sudamericano, ahora nos queda prepararnos para la final. Por reglamento tenemos que presentar la misma coreografía, pero con retoques en base a las devoluciones que nos dieron en el certamen. La idea es llevar algo fresco y que sorprenda en las finales», agregó.

El grupo Expression viene preparándose desde el mes de abril, teniendo como principal objetivo la selectiva en Buenos Aires. «Tuvimos varias competencias a lo largo del año, pero apuntábamos a las finales del Sudamericano de Flavio Mendoza. Los chicos pasaron por un casting a principio de año, el grupo se conformó, y de a poco empezó a trabajar con respecto a la confianza grupal, entrenamiento físico y posición coreográfica. A medida que pasaron los meses fuimos marcando la coreografía, siempre conscientes de que hay correcciones nuevas. El hecho de haber participado en otras competencias nos ayudó a mantener algunas cosas que nos parecían buenas y corregir otras para mejorar», sostuvo Martina.

Los bailarines que lograron el pasaje a la final son: Yanella Blanco, Pilar Pueblas, Rodrigo Martínez, Carlos Cuevas, Mateo Mendez Ruau, Lucia Castaño, Victoria Castaño, Agustina Burgués, Lola Orellano, Martina Desimone, Delfina Rodríguez, Maia De Dios, Carlina Goroso, Guillermina Goroso, Uma Avellaneda, Morena Sosa y Brisa Conrha.

«En este viaje tuvimos la oportunidad de que nos acompañen algunos papás de los chicos, siempre predispuestos y alentándolos en todo momento, ellos son los primeros en estar si pasa cualquier percance. Los que se quedaron en Balcarce nos recibieron con bengalas de humo festejando la clasificación. Son gestos que nos llenan de energía y motivación, es muy lindo», afirmó Martina.

«ARTE & DANZA»

Martina Agüera tiene 21 años y es profesora de danza especializada en el género urbano, en el estudio «Arte & Danza» está a cargo de los ritmos hip hop, reguetón y femme. «Comencé a bailar a los 12 años, siempre me especialicé en danzas urbanas y hoy en día sigo realizando cursos y capacitaciones para seguir ganado experiencias y conocimientos», comentó la profesora que hace cinco años da clases en el estudio que funciona en la sede del Club Sportivo Trabajo, ubicado en calle 16 entre 17 y avenida Del Valle.

El estudio dirigido por las profesoras Melany y Jesica Martínez, cuenta con aproximadamente 80 alumnos. «Las clases se dan dos veces a la semana, de lunes a sábados, y pueden extenderse entre una hora y una hora y media, según la disciplina. Por su parte, los grupos de competencia tienen otra carga horaria, que se extiende hasta las dos horas de ensayo», explicó Martina.

«Lo que siempre intentamos de hacerles entender a los chicos es que un bailarín puede bailar todos los ritmos. En el grupo de competencia tengo dos chicas que no bailan danzas urbanas, sino clásicas y jazz, pero que de todas maneras están en el grupo. Todo se entrena, los horarios están a disposición y tienen las puertas abiertas para tomar las clases que quieran», indicó la profesora.

Con respecto a cómo viven los chicos el día a día en el estudio, Martina explicó que «lo viven desde el compañerismo y el amor que le tienen a la danza. Yo lo que busco en la convivencia, más allá de que son grupos de competencia y hay responsabilidades, es que sea el ambiente más sano posible. Es importante que muchos se encuentren y compartan la misma pasión».

«Siempre intento fomentar el compañerismo desde el primer momento, en los grupos las edades son distintas, cada uno tiene su vida afuera. Si hay un conflicto o una incomodidad hay que hablarlo y plantearlo, porque somos todas personas y tal vez entre los nervios y la euforia que hay en el grupo se pasan de revoluciones. Lo que me gusta de ellos es que siempre están predispuestos, y si algún día no pueden darlo todo me lo dicen, son sinceros. En estos ambientes siempre hay que estar unidos como grupo, porque puede haber altibajos, y estar juntos es importante», aseguró Martina.

«En este viaje en particular, hubo mucho compañerismo y paciencia entre los chicos. Entendiendo que muchos competían por primera vez, otros ya venían con otro rodaje y el ambiente lo tienen más conocido. Ellos mismos acompañaban y ayudaban a los demás, para mí eso es súper importante», agregó

LA DANZA, UN REFUGIO

Martina explicó que la danza funciona como un refugio para sus alumnos, «acá tienen un espacio para expresarse y compartir sus problemas. Esa hora que tienen de ensayo la aprovechan para desconectarse de la rutina diaria y yo siempre estoy dispuesta a escucharlos. Se trata de conectarse con el otro, no son solo chicos que vienen a tomar clases con vos. Como profes nos interesamos por ellos, nos preocupamos por saber cómo están, porque eso además repercute en las clases y sus presentaciones».

Por último, Martina confesó sentirse muy feliz por hacer lo que más ama. «Tengo la suerte de tener un grupo de chicos muy dulces, yo crezco día a día con ellos. La realidad es que hacen todo más lindo, yo pongo la cabeza y el cuerpo, pero ellos hacen que todo funcione. Son agradecidos y están siempre predispuestos, no solo los que forman parte de mi grupo, sino en general. Además tienen ese amor y esa dedicación por lo que hacen, siempre devolviendo el cariño que uno les da. Estoy muy orgullosa de lo que han logrado y de las personas que son porque entienden que uno también sufre nervios y vive situaciones de incertidumbre».