Calle 30: un cambio de mano que se tornó peligroso
El 19 de noviembre de 2012 quedó inaugurada la nueva guardia del Hospital Municipal Subzonal, con acceso por calle 30, entre 19 y 21.
El Gobierno municipal de entonces, con el aval del Concejo Deliberante, dispuso cambiar el sentido de circulación de la calle 30, entre las avenidas Favaloro y Cereijo. El objetivo era facilitar la operatividad de la nueva guardia del Hospital “Felipe A. Fossati”, en cuanto al ingreso y egreso de ambulancias y al mismo tiempo evitar el paso frente a las instalaciones de la Escuela N° 13, ante la eventualidad de que se pudiera producir algún episodio con alumnos, familiares o docentes que transitan por la zona ante el paso de las ambulancias en horario escolar.
A priori se entendió esta decisión como una medida acertada. Pero con el paso de los años se ha podido observar en reiteradas oportunidades que no todo es tan claro y que por el contrario hay episodios que avalan lo contrario y que lo que pretendió dotar de mayor seguridad a la zona está generando todo lo contrario.
Un punto que no se cumple es el tránsito de ambulancias por calle 21, una arteria que de acuerdo a lo anunciado en su momento iba a ser evitada puntualmente para evitar el establecimiento escolar ubicado en calle 21, entre 28 y 30. En más de una ocasión las ambulancias en emergencia hacia la guardia del hospital avanzan por allí, sin cumplir los requerimientos enunciados cuando se decidió el cambio de mano.
Y otro punto, quizás el más grave y que en cualquier momento puede derivar en un incidente vial para lamentar, es que, seguramente por emergencias que apremian, hay ambulancias que al llegar al cruce de calles 21 y 30 toman por 30 a contramano para acortar el tránsito hasta el ingreso a la guardia, a mitad de cuadra, evitando así un recorrido de más de 300 metros de continuar su marcha hasta avenida Suipacha (32), tiempo que puede ser de vital importancia para la salud del paciente trasladado pero que con estas maniobras pone en riesgo la integridad física de terceros.
En esas circunstancias se han encontrado con vehículos que vienen transitando correctamente por 30 y que ante el insistente ulular de la sirena se ven obligados sus conductores a dar marcha atrás al encontrarse imposibilitados de llevar adelante otra maniobra ante la inesperada presencia del vehículo sanitario, lo cual genera un caos que puede tener inesperadas derivaciones. También se han dado casos en los que la ambulancia tuvo que desistir de su intento para entrar a contramano y continuar hacia avenida Suipacha porque el flujo de autos impedía que quienes venían circulando por la mano pudieran retroceder.
Es hora de que se adopte alguna medida en relación a esta situación.
Por la forma en la que se vienen produciendo estas maniobras se está a las puertas de algún hecho que luego lamentaremos. Quizás sea momento de reconocer que el cambio de mano no trajo los beneficios esperados.
Accidente que se pudo evitar, no es accidente. Que la decisión no llegue tarde.