El fotógrafo del Automovilismo
Tiene una mirada particular Guillermo Cejas para captar a través del lente de su cámara momentos únicos dentro del automovilismo. Tiene muy bien en claro que no hay una segunda oportunidad por lo que está atento en forma permanente a lo que sucede en la pista.
Este balcarceño, que estudió Periodismo en DeporTea, en Capital Federal, descubrió con fuerza la pasión de la fotografía a fines de la década del noventa.
Dio sus primeros pasos dentro de la actividad periodística como corresponsal de El Diario cuando comenzó a seguir a distintas categorías del automovilismo, deporte que es una de sus pasiones, por cada rincón del país, especialmente enfocado en el Turismo Carretera.
La calidad del material obtenido lo llevó a ser contratado por los principales medios gráficos, la propia Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC), pilotos, equipos, instituciones y particulares interesados en guardar esos imborrables momentos a partir del olfato, habilidad, concentración, buen ojo, capacidad y por sobre todas las cosas como conocedor del deporte motor.
No hay fin de semana con actividad automovilística que el balcarceño no esté presente en algún escenario con sus imponentes cámaras para obtener la mejor imagen que luego utilizarán los medios de prensa y recorrerán las redes sociales para su masiva difusión.
DISFRUTANDO DE SU TIERRA
Disfrutó Cejas de las fiestas de fin de año en su tierra junto a sus afectos pero también de un momento particular para él porque a lo largo de lo que fue el 2019 compartió con el campeón del TC Pista, Diego Ciantini, su desempeño como lo venía haciendo desde el primer momento en que incursionó en el 2017 en el TC Mouras. "Me gusta volver a la patria chica, como dice Luis Landriscina", le contó a El Diario durante la visita realizada a la redacción en la cual repasó múltiples momentos de su vida profesional, entre ellos los primeros pasos dados dentro de un mundo que hoy conoce a la perfección.
"Fue un fin de año pleno de felicidad. Me reencontré con muchos seres queridos, en especial durante la celebración del campeonato de Diego durante una cena que tuvo un fin benéfico" expresó quien hoy carga sobre sus espaldas con algo más de veinte años haciendo lo que más le gusta en cada rincón del país donde se escucha el rugir de un motor de competición.
-Empecemos por el final. ¿Cómo viviste la obtención del título de campeón de Diego Ciantini?
-Con una alegría enorme, realmente, por lo de Diego pero también por "Bocha", su padre, a quien aprecio y conozco desde hace mucho tiempo. Es una persona sensible y que le pone mucha garra al automovilismo. El campeonato de Diego coronó un año especial para Balcarce: por el retorno de la actividad automovilística deportiva al autódromo Juan Manuel Fangio, la primera victoria en el Turismo Carretera de Santiago Mangoni y el campeonato para Diego Ciantini, Por eso es que estoy feliz. Balcarce vuelve a tener el nombre que se merece dentro del automovilismo.
-¿Cómo ha ido influyendo el avance de la tecnología en tu trabajo?
-Es muy sencillo: te adaptás a los cambios tecnológicos o te tenés que ir a tu casa. He pasado de tener que revelar los negativos y hacer las copias en papel a toda esta era digital donde todos quieren las imágenes en el momento. Hoy, una imagen tomada hace diez minutos parece vieja y puede pasar que la inmediatez lleve a cometer un error.
-¿El cambio tecnológico cómo ha ido modificando el negocio?
-Sabemos que desde hace un tiempo la prensa gráfica viene atravesando un difícil momento. Hoy uno hace de todo un poco. Esto significa trabajar en la prensa de los pilotos, equipos de competición, empresas e instituciones como en mi caso aportando el material fotográfico a la categoría Top Race para su difusión. En definitiva, uno anda con la cámara fotográfica todo el día al hombro.
-Conocés como la palma de tu mano cada circuito de la República Argentina. ¿Qué sensación transmite el autódromo Juan Manuel Fangio?
-Lo repito hasta el cansancio: no hay autódromo más fotogénico que el Juan Manuel Fangio. En algo se puede llegar a parecer el circuito de Oberá por sus trepadas, desniveles y el paisaje. Pero como el Fangio no hay ninguno. Si bien hay una cuota de sentimiento muy grande en lo que digo, quienes hacen la cobertura de prensa en automovilismo lo destacan.
-En tu tarea profesional se disfrutan momentos lindos y otros no tanto.
-Así es. De los lindos momentos recuerdo, por ejemplo la obtención del título de campeón en el TC en el 2001 de Guillermo Ortelli en el trazado de Río Gallegos. Eramos pocos fotógrafos trabajando allí. Las fotos que tomé recorrieron luego todos los medios. También los cuatro viajes que hice a Nürburgring, Alemania, un sitio muy ligado a la vida de Juan Manuel Fangio. Esto me producía un sentimiento especial además de poder tomar lindas imágenes. Otros momentos inolvidables son aquellos en que dos autos llegan a la par al final de una carrera. También hay fotos que me han dado una satisfacción personal pero que quizás para el resto sea una imagen más. Prefiero recordar estos lindos momentos.
-Finalmente, ¿un deseo para este año que comienza?
-Que sea un buen año para todos y que el autódromo Juan Manuel Fangio siga teniendo actividad deportiva con mayor frecuencia. Hay mucha gente que está trabajando para ello, lo cual valoro.
Próximo desafío
A futuro, Guillermo Cejas se ha fijado como objetivo publicar un libro que contendrá fotografías propias, otras que fueron adquiridas por él y también que le acercaron. La temática, como no podía ser de otra manera, será el Turismo Carretera. "Estoy dando los primeros pasos junto a un periodista que me ayudará en la redacción. Pretendo mostrar más allá del trabajo que hago lo que ha sido el TC en Argentina", anticipó a El Diario.
Un aventurero
Entre las experiencias fascinantes que le ha tocado vivir figura el haber estado presente en cinco ediciones del Dakar en Latinoamérica. Guillermo Cejas fue un aventurero. No dentro de un auto de competición sino recorriendo miles de kilómetros embarcado en desafiar todo tipo de terrenos.
Si bien iban cambiando los escenarios no ocurría lo mismo con las exigencias. "Más allá del trabajo y la pasión de uno por el automovilismo deportivo, en el Dakar aprendí mucho de fotografía pero también de formas de vida y del deporte motor además de conocer lugares maravillosos", afirmó.
Ahora la prueba de aventura más exigente a nivel mundial se trasladó a Arabia Saudita, en Asia. "Es más costoso viajar ahora", dijo entre risas.