"Dame la plata, la plata, y no te va a pasar nada"
Habían transcurrido apenas unas doce horas del robo. Esa difícil situación que la tuvo como protagonista en ningún momento, asegura, la llevó a ponerse nerviosa cuando un solitario ladrón la amenazó dentro de su propia casa.
Silvia Petruccelli de Colavita (92 años) contó que "siempre estuve muy tranquila" aunque lo único que le pidió al delincuente es que no la agrediera físicamente.
"No grites. Dame la plata, la plata y no te va a pasar nada", relató la mujer. Esa era la insistente exigencia del malviviente que recorrió y revisó las distintas dependencias de la casa.
La odisea en la vivienda de la anciana se prolongó por espacio de unos treinta minutos. "Lo único que le dije -contó- es que se llevara todo lo que quisiera pero que no me hiciera daño".
Reunidos unos 7 mil pesos y algunas joyas, el delincuente hizo sentar a la mujer en la cama y le ató los pies con una bufanda, y luego se dio a la fuga. "En todo momento estuve muy tranquila. No quería que se pusieran nerviosos mi hijo, mi nuera y mis nietos", terminó diciendo.