Crónica de una mañana de alta tensión tras la detención de Mario Avila
La detención, el pasado miércoles, del empleado municipal y delegado del STM Mario Avila, sindicado como el presunto autor de un acto de sabotaje que dejó sin energía eléctrica al Hospital dio lugar a que en la mañana de ayer se viviera una situación de fuerte tensión frente al Hospital Municipal.
Tal como lo había anticipado el gremio, a partir de las 9 trabajadores del nosocomio y allegados al dirigente detenido comenzaron a concentrarse sobre calle 19 para expresar su solidaridad con Avila y repudiando la "persecución, las injusticias y los amedrentamientos" para con los trabajadores.
De apenas una docena de manifestantes que en silencio se reunieron en principio, el número creció significativamente hasta llegar a superar el medio centenar de personas que con pasacalles del gremio y pancartas exteriorizaban su reclamo., pidiendo incluso la renuncia del Director del único efector de salud de la ciudad.
El propio Dr. Dojas, que seguía atentamente desde su despacho lo que sucedía en la calle optó por bajar e invitar a un grupo reducido a entablar un diálogo, lo que en principio fue rechazado de plano por los participantes de la movilización, lo que motivó el alejamiento de Dojas que regresó a su despacho.
Pocos minutos después Claudio Velázquez aceptando la propuesta decidió dialogar aunque antes de ingresar a la oficina de Dojas dijo que se limitaría a manifestarle que "o levantan la denuncia o acá se pudre todo".
La reunión duró apenas cinco minutos tras los cuales con Velázquez ya en la calle y tras haber informado a sus pares de lo hablado con el Director del Hospital se reavivaron las protestas ( por entonces se habían sumado los bombos) y a viva voz se pedía la renuncia de Dojas en medio de un escenario de creciente tensión.
Con el paso del tiempo las aguas se fueron aquietando, el grupo se redujo de manera significativa y quienes quedaban decidieron trasladarse hasta el Palacio Municipal para tratar de llegar al Intendente, lo que dio lugar a un segundo capítulo de esta situación.