Confirman que dos agroquímicos interfieren en la polinización de las abejas
El jefe del Laboratorio de Insectos Sociales del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIByNE), que depende del CONICET y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA, Walter Farina, realizó junto a su equipo de trabajo una investigación para determinar la incidencia de los agroquímicos en la vida de las abejas.
El resultado al cual llegaron es que dos de los plaguicidas más utilizados en el país, el herbicida glifosato y el insecticida imidacloprid, presentan un inesperado efecto secundario: alteran el sentido del gusto de las abejas obreras, lo cual interfiere con su capacidad de polinización y de producción de miel.
Por ello, Farina se preguntó "¿Cuán efectivos son los plaguicidas en términos de protección del cultivo si perjudican a los animales [las abejas] esenciales para su producción?".
El artículo científico publicado por la Agencia CyTA de la Fundación Leloir indica que Farina y su equipo estudiaron la reacción de abejas frente a soluciones de azúcar común (sacarosa) con distintas concentraciones. Y comprobaron que los insectos expuestos a ambos plaguicidas redujeron la propensión a extender su probóscide o apéndice a través del cual se alimentan.
En otro estudio complementario, los científicos comprobaron que los dos agroquímicos afectan la capacidad de las abejas de asociar el olor a una recompensa dulce, lo que impacta sobre su comportamiento recolector.
 
                     
                    
 
                     
                         
                                     
                                                                 
                                         Siguiente Noticia
Siguiente Noticia
										 
												 
												 
                         
                                                                 
                                                                 
        