Una de las medidas que tomó el presidente Alberto Fernández para, de alguna manera, paliar parte de la crisis económica que está generando el Coronavirus fue congelar los alquileres por 180 días. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que lo plasmó también establece que ningún inquilino podrá ser desalojado aunque no pague.

Esta medida, que rige hasta el 30 de septiembre inclusive, significa un alivio para algunas personas que, justamente por la imposibilidad de trabajar normalmente debido a las restricciones vigentes, afronten problemas de esta índole.

En Balcarce, de acuerdo los testimonios aportados por distintos martilleros y corredores públicos, el pasado mes los inquilinos cumplieron con su obligación en un 90 por ciento e incluso alguno se animó a decir que ese porcentaje fue incluso algo superior aún. Ese nivel de cobrabilidad, aclararon, correspondió a departamentos y casas.

A la hora de brindar una explicación sobre esa realidad se señaló en líneas generales que "abril venía con el residual de marzo y eso hizo que se pudiera enfrentar el compromiso asumido por la gran mayoría de los inquilinos".

En los alquileres de locales para distintas actividades comerciales, el panorama es diferente. Hay rubros específicos que se vieron afectados, y otros aún continúan en esta situación, por las restricciones aplicadas por el Gobierno nacional como parte de la pandemia por el avance del Covid-19. Es por eso que cada caso se trabaja de manera puntual atendiendo a la problemática existente, destacándose la predisposición que existe entre las partes.

Los profesionales del rubro inmobiliario también expresaron que la parálisis comercial existente, que afecta de distinta manera a diversos rubros, hace que a medida que se extienden las restricciones se agudicen los inconvenientes para aquellos que deben afrontar el pago de alquileres comerciales, por ejemplo en la gastronomía e indumentaria, si bien en este último caso recién en las últimas horas se ha reanudado la labor, primero sin oposición de la Provincia y luego con la venia del gobierno bonaerense. "Es momento de negociar para tratar de llegar en cada caso al mejor arreglo posible. De nada sirve la disolución del contrato en este escenario. El esfuerzo en la balanza, por lo que vemos, lo ponen las dos partes. Sobresale en esta difícil situación la buena predisposición", se señaló desde el sector.

No obstante ya se comenzaron a escuchar fuertes versiones indicando que hay comercios que ya habrían tomado la decisión, obligados por las circunstancias, de no reabrir sus puertas.