Acciones y propuestas apuntalando el cuidado del medioambiente
El medioambiente y su cuidado, todos los emprendimientos que se llevan a cabo y los que se proyectan en torno a este tema, necesitan siempre de la activa intervención de la comunidad. La inclusión de una u otra manera, el hacer partícipes a los vecinos y que los mismos sean difusores de todas las actividades, busca contagiar positivamente al resto de los ciudadanos e involucrarlos en esta tarea que es, ni más ni menos, que la preservación del lugar en el que vivimos.
Pero también apunta a que se conozca la historia, se sepa apreciar lo que nos rodea, saber sus orígenes y las
bondades de determinadas especies, sus utilidades y la protección que todos deberíamos llevar a cabo.
VIVERO MUNICIPAL
En la órbita municipal, una de las áreas que dedica su tiempo a estos aspectos es la de Espacios Públicos, liderada por Javier Caregall. Allí desempeña labores la ingeniera agrónoma Cristina Cufré, de dilatada trayectoria en su profesión y con varios años en la función, a quien habitualmente se la puede ver trabajando junto a su gente por las plazas, sierras y también en el vivero ubicado en la parte trasera del obrador de avenida Centenario y 49.
Se aprovechó una parte del predio lindante al estadio “General Balcarce” para crear un ámbito que diariamente es sometido a intensos cuidados. Allí, desde hace un tiempo se elaboran plantines y realizan acciones para el cultivo de distintas especies que luego proveen a diferentes espacios.
Este es un lugar al que le otorgan una gran dedicación, allí reciben por parte de los ciudadanos locales donaciones de diversos ejemplares o semillas, les realizan el tratamiento, cultivos o cuidados adecuados y con ello a futuro van nutriendo a las plazas u otros lugares.
CENSO DE ARBOLES
A principios de 2000 se hizo un convenio con la Facultad de Ciencias Agrarias y se llevó a cabo el Primer Censo de Arbolado de Balcarce.
“En esa oportunidad estuvieron trabajando Sara Alonso y Patricia Russo, guiando a los estudiantes que eran los censistas, recaudando información que determinaba que había 14.232 ejemplares entre árboles y arbustos, correspondientse a 180 especies de plantas. Y de esas, las más frecuentes de encontrar en árboles de vereda eran los fresznos americanos, el crespón, el libustro disciplinado, el falso café o cafeto y también había sauces, todos esos eran los más comunes”, relató.
Siempre se tuvo en cuenta la pantación de alineación, o sea de vereda, ya que no se tomaron como referencia para este registro ni las plazas ni los boulevares. Todo ello arrojó una cifra que hacía ver que estaba faltando forestar y completar con un cuarenta por ciento de especies faltantes en ese momento, es decir dos décadas atrás.
Y desde la fecha del Censo hasta ahora se han realizado muchas extracciones y muy pocas plantaciones en vereda, porque esa tarea queda a cargo del frentista. “Excepto en un período que se hicieron plantaciones de crespones en el centro de la ciudad, en las calles 18, 17, 20 y avenida Kelly, que lo hizo el municipio. Siempre que se extrae una planta, el frentista queda obligado a colocar otra, pero no se ha hecho un seguimiento de ello, aunque tenemos planificado realizar otro censo”, añadió.
CON POCO INTERÉS
Otro punto que abarcó en la charla con El Diario tuvo relación con el accionar de muchos frentistas cuando tienen delante de sus domicilios particulares o locales comerciales ejemplares de arbolado de un porte considerable. Si bien todos no actúan de la misma forma, a su juicio existe una marcada tendencia sobre qué hacer en estas situaciones.
Al respecto, Cufré dijo que “mi impresión es que a mucha gente no le interesa tener un árbol en la vereda. Si bien tiene muchos beneficios, evitan poner un arbolito porque tocan los cables, les intercepta la luz de la vereda o les tapa el cartel de la vidriera… No es la generalidad, pero veo que mucha gente quiere sacar plantas, sobre todo las de gran porte, por esas razones que mencioné”.
En Balcarce existe una plantación de árboles que data de aproximadamente 60 años, se pusieron muchos que donó la Provincia y son especies grandes, de primera magnitud: freznos, sóforas, olmos y demás. Después de todo este tiempo, como no se ha efectuado una poda ordenada, a muchos vecinos les causan problemas en las canaletas y entonces ello los obliga a hacer limpiezas frecuentes en ese sector, lo cual acarrea un costo o también se da que gente mayor debe pagar para que les realicen esos trabajos que ellos no pueden llevar adelante.
En ese sentido, señaló: “todo eso trae molestias y por eso mucha gente no quiere tener un árbol. En una ciudad, para que se dé este microclima, con todos los beneficios que traen los árboles, se necesitan ejemplares de determinada magnitud, ya que arbolitos muy chicos no cumplen con esta función. Por eso es muy importante tener árboles de diez o doce metros. Si vas a Buenos Aires ves algunos que llegan hasta un quinto piso, se hacen esos túneles y son preciosos. Pero acá en Balcarce eso no lo hemos podido lograr”.
GEOPARQUE PUN ANTU
El Geoparque Pun Antú se creó en 2019, a través de la Ordenanza 174, abarca todo el Partido de Balcarce y es una propuesta de extensión de la Universidad Nacional de Mar del Plata e intervienen distintas áreas: el instituto de Geología de Costas del Cuaternario, el CONICET, INTA, Facultad de Ciencias Agrarias y la Municipalidad de Balcarce a través de diversas áreas.
“Es un proyecto interdisciplinario e interinstitucional. La idea era crear distintos geocircuitos, que son autoguiados por medio de cartelería. El primer geocircuito que es el de ‘La Barrosa’ tiene siete kilómetros y medio, empieza en el cerro “el Triunfo’ y termina en la cava de las calles 47 y 48. Cada cartelería va dando información geológica, de flora, fauna y arqueológica”, explicó Cufré.
Y dentro del Parque Geológico Pun Antú se creó el Jardín Botánico, que esta ubicado en ‘El Mirador’. La profesional agrónoma analizó que se habían realizado trabajos de investigación en las sierras locales, identificándose más de doscientas especies nativas de las sierras, que pertenecen al sistema de Tandilia. “Nos pareció interesante tener un jardín botánico de fácil acceso para la gente y que funcione como aula, para que empecemos a reconocer las especies que vemos diariamente al recorrer las sierras. Por eso se creó y en principio tiene pocas especies, alrededor de treinta, pero la idea es ir incrementándolas mediante la propagación, donación o recolección de semillas. También esta planificado hacer un centro de interpretación, donde haya material para ver. Y habrá en exposición una colección muy importante que donó Oscar Martín, un vecino de la zona que a lo largo de su vida fue juntando flechas, restos fósiles y demás. Eso también se irá enriqueciendo una vez que tengamos este centro de interpretación”.
CONVENIO E INTERACCIONES
“Tenemos convenios con INTA, bastante participación con el tema del Pro Huerta, por ejemplo yo colaboro en otro proyecto que hay en el CIC y también a través del vivero municipal hemos tenido contacto con ellos. También con el Jardín Botánico de Plantas Nativas que está en ‘El Mirador’, que pertenece al Geoparque local. Siempre mantuvimos muy buena relación y cuando los he convocado enseguida han venido, con muchas propuestas y sin problemas. Y últimamente como estoy muy abocada al Geoparque, interactúo con la cátedra de Botánica Agrícola, esa es la relación más frecuente que estoy teniendo. Y también he recibido semillas para el vivero, arbolitos que nos han donado. Verdaderamente mi relación particular con las instituciones ha sido y es muy buena”.