150 años mejorando remolacha
Para potenciar un alimento energético con buen contenido proteico, ideal para la alimentación del ganado vacuno, la empresa KWS, cuya casa central está ubicada en Balcarce, junto al INTA y una docena de productores, está trabajando en el cultivo de remolacha.
En la actualidad, a nivel mundial se siembran unas 5 millones de hectáreas de remolacha", aseguró Alfonso Callegari, "y la genética de KWS tiene una participación del 60% del mercado".
El programa de mejoramiento de la empresa alemana comenzó hace 150 años, cuando se fundó la compañía. El trabajo desarrollado durante todo este tiempo le permitió tener el nivel de liderazgo actual.
"Tanto la remolacha forrajera como la azucarera son la misma especie. Las que hoy utilizamos como forrajeras son aquellas que presentan atributos interesantes desde el punto de vista del consumo animal: mayor foliosidad, que es una fuente de proteína; mayor proporción de la raíz expuesta por encima del nivel del suelo y menor porcentaje de materia seca. Estas dos últimas características facilitan el pastoreo directo. Si bien la remolacha se ha utilizado durante siglos para alimentación animal, siempre fue como suplemento en pequeñas proporciones debido a que en muchos casos se producían muertes durante su consumo, y eso desalentaba su cultivo", agregó Callegari.
Fue recién en 2008 que en Nueva Zelanda detectaron que la mortandad se debía a su elevado contenido energético, produciendo acidosis en los animales, derivando en su deceso. A partir de ese momento se comenzó el desarrollo de una técnica denominada "transición" para generar un acostumbramiento durante aproximadamente 21 días, aumentando gradualmente el consumo de remolacha y disminuyendo el del alimento complementario, como puede ser una pastura. Esto provocó un significativo aumento de su uso en aquel país, pasando de sembrarse 100 has en 2008 a 75.000 en la actualidad.
Consultado Callegari a qué se debe el éxito alcanzado hasta el momento, respondió: "Es debido a que tiene un alto rendimiento, de entre 15 a 30 tnMS/ha, se produce una dilución del costo de Materia Seca producida. Además, posee una alta concentración energética, de 2,87 Mcal/kg MS, combinada con un buen nivel proteico, con 10 a 14% de proteína cruda en planta entera, y entre 22 y 25% en las hojas (las hojas representan un 25% del total de MS de la planta). Otra ventaja que tiene es su nivel de utilización, que puede llegar hasta el 95%, luego de la transición. La remolacha azucarera es un cultivo bianual, que ocupa el lote durante un año. Se siembra en primavera, preferentemente entre septiembre y octubre, y en invierno detiene su crecimiento pero sin perder calidad. En la próxima primavera se induce la floración, por lo que debe utilizarse previamente para no perder el valor nutricional de sus raíces. La densidad de siembra es de 100 a 120 mil semillas/ha, y tiene un período de utilización de 5 a 6 meses, que comienza a fines del otoño, época en la que suele haber un bache en la oferta forrajera".
SE PRODUCE EN DISTINTAS REGIONES
Comentó Callegari, además, que en la actualidad hay doce productores de distintas regiones del país que están sembrando remolacha forrajera, tanto bajo riego como en secano. "Es un cultivo muy versátil, que se adapta a suelos salinos y a diferentes ambientes, por lo que creemos que puede tener un gran potencial en nuestro país", agregó.
Por último, añadió que KWS es una compañía líder mundial en la producción y comercialización de remolacha forrajera y toda esa experiencia estará disponible para los productores argentinos. "Nuestro compromiso es continuar experimentando para optimizar la producción local, entender sobre la agronomía del cultivo, su densidad, fechas de siembra, fisiología y así incorporarlo a nuestra oferta de productos que actualmente incluye maíz, girasol y alfalfa", aseguró Federico Larrosa, gerente de Marca y Producto de KWS Argentina.