Una vez más, la misma modalidad; una mujer fue asaltada por delincuentes dentro de su casa
Casi un calco de los últimos hechos delictivos. Así fue el asalto perpetrado en la noche del sábado por un grupo de malvivientes en perjuicio de una persona de edad avanzada en su domicilio de avenida Kelly entre calles 29 y 27
En este caso la víctima resultó ser Nilda de Alessio quien pasadas las 22:30 del sábado, cuando se hallaba sola en su casa, acostada mirando televisión fue sorprendida por dos delincuentes que habían ingresado a su casa sin hacer el menor ruido y recién notó su presencia cuando estaban dentro de la habitación.
Así lo manifestó la mujer en diálogo con El Diario explicando que todo hace presumir que los desconocidos accedieron al patio de la propiedad por un galpón ubicado sobre calle 29 y tras pasar un paredón llegaron al patio para desde allí acceder al interior de la casa.
"Cuando me di cuenta, tenía a dos personas jóvenes con los rostros cubiertos, al lado mío. En un principio no sabía si era una broma o estaba soñando pero de inmediato entendí lo que pasaba", dijo la mujer precisando que quienes entraron eran dos individuos de "no más de 20 años" mientras habría un tercero que los esperaba afuera.
Rápidamente los malvivien-tes lograron reducir a su víctima y sin ejercer en ninún momento violencia la ataron exigiéndole dinero y generando mientras un importante desorden en toda la casa.
Así lograron hacerse de una cantidad no precisada de efectivo y en un momento, uno de los delincuentes (el único que hablaba, ya que su cómplice estuvo en todo momento en silencio, según la mujer) le dijo "me faltarían unos $ 2.000 y nos vamos".
A todo esto ya habían trasladado a Nilda al comedor donde volvieron a atarla, esta vez a un sillón, mientras continuaban la búsqueda.
"Fijate ahí", le indicó la damnificada señalándole un sitio donde guardaba algo de dinero del que se apoderaron "hasta las monedas".
Logrado su objetivo, centrado solo en la plata, ya que descartaron una notebook y un celular entre otros elementos que tuvieron oportunidad de sustraer, se dieron a la fuga.
La mujer logró soltarse de sus ataduras y salir a la calle para pedir auxilio.
Eventuales transeúntes acudieron de inmediato dando aviso a la Policía y a su hijo quienes acudieron prontamente en su ayuda.
"No fueron más de quince minutos pero parecieron una eternidad" narró Nilda superado el mal momento inicial.
Reconociendo la rapidez con la que actuó la Policía, mostró su indignación ante los reiterados casos de inseguridad que casi a diario se viven en la comunidad, en especial los reiterados asaltos a personas de edad avanzada que viven solas.
"No me voy a quedar callada, quiero que se haga algo ya" manifestó.
Nilda Alessio no precisó la cantidad de dinero que le fuera sustraída por los desconocidos.
"Que Dios los ayude", sentenció mientras masticaba la mezcla de bronca y dolor por el difícil momento que le tocó atravesar.