Un Renault Gordini 1968, de Tandil, fue elegido como el "mejor auto del país"
La iniciativa impulsada por el programa "A Todo Motor" que conduce el ex piloto Rubén Daray tuvo lugar el domingo en el sector central de la plaza Libertad.
En este certamen intervinieron vehículos históricos (hasta el año 1960), clásicos (de 1960 a 1990), contemporáneos y modificados (sin importar el modelo).
Después de una preselección se eligieron los mejores de cada categoría y finalmente se determinó por decisión del jurado interviniente que un Renault Gordini 1968 totalmente original, propiedad de Gabriel Giosa, de Tandil fuese el ganador absoluto del concurso.
El premio mayor fue entregado por Oscar "Cacho" Fangio y Juan Rodríguez Fangio.
EL CONCURSO, PASO A PASO
La "movida fierrera" comenzó en la tarde del sábado con la llegada de los vehículos participantes que de a poco se fueron ubicando en cada una de las calles internas de la plaza que conducen al sector central donde se realizó la acreditación.
Divididos en sus respectivas categorías los coches comenzaron a mostrarse mientras sus orgullosos propietarios explicaban en detalle el largo trabajo realizado para que sus "joyas" lucieran como tales.
La tarde dio lugar como para que mucha gente se acercara a disfrutar, analizar y obviamente opinar sobre las maravillas que tenían delante de sus ojos.
Fue la "previa" de lo que se vivió el domingo cuando por la mañana el jurado integrado por Oscar "Cacho" Fangio, Juan Rodríguez Fangio, Carlos Bianchini, Oscar Filippi, Sandro Crespi y Alejandro Farinato y Leonardo Varela ambos de la firma Glasurit tuvo a su cargo la ardua tarea de hacer la selección de los mejores de cada categoría.
Tras "desfilar" cada categoría se anunciaron los tres finalistas de cada una. Por la tarde, luego de una nueva intervención de los jurados se determinaron los ganadores de cada segmento y finalmente se anunció que el título de "mejor auto del país" era para una verdadera joya, un Renault Gordini modelo 1960 totalmente original de los hermanos Gabriel y Carlos Giosa de Tandil, quienes abrazados con lágrimas en sus ojos recibieron de manos de Oscar "Cacho" Fangio y Juan Rodríguez Fangio el trofeo mayor.
EL PUBLICO, EL GRAN AUSENTE
Concluyó de este modo lo que fue la primera edición de un concurso que tuvo un gran ausente: el público. Lo que se esperaba fuese una verdadera fiesta tuvo todos los condimentos necesarios para que así lo fuese, pero la prácticamente nula concurrencia de gente (solo en la tarde del sábado -cuando solo estaban los coches en exposición- hubo una asistencia aceptable) hizo que quedase en muchos de los que pusieron lo mejor de sí para que fuese una jornada inolvidable, un sabor amargo que incluso, de acuerdo a palabras de su organizador, Rubén Daray, (ver recuadro) podría para el año próximo tener otro destino.