En la tarde del pasado domingo se recibió en nuestra ciudad una reliquia del joven italiano Carlo Acutis, fallecido a los 15 años (en 2006), un aficionado programador de informática, conocido por documentar milagros eucarísticos alrededor del mundo y catalogarlos en un sitio web, que fue beatificado por la Iglesia católica en Asís el 10 de octubre de 2020 por un milagro atribuido a su intercesión.

La reliquia, en este caso parte de su cabello, que se viene exponiendo desde principios de año en nuestro país fue recibida en el oficio religioso de las 19 del domingo y permanece desde entonces en adoración eucarística y veneración. En la jornada de hoy, tal como ocurriera en la víspera, el templo está abierto de 9 a 18, cuando habrá un oficio religioso y adoración con lo que concluirá el paso por nuestra ciudad.

La reliquia está acompañada de la muestra de Milagros Eucarísticos que recopiló y diseñó el joven Beato con el deseo de despertar en los jóvenes y sus familias, con la gracia de Dios, el amor a la Santa Misa y a la Eucaristía, tomando a Carlo como modelo cercano para una vida de santidad.

Con una amplia variedad de paneles con fotografías y descripciones históricas, la exposición presenta parte de los Milagros Eucarísticos principales que ocurrieron a lo largo de los siglos en varios países del mundo y que han sido reconocidos por la Iglesia. Por medio de los paneles "es posible visitar virtualmente" los lugares donde ocurrieron los Milagros.

La exposición ya ha visitado más de 500 parroquias en Italia y más de 10.000 parroquias en otros países y ha sido traducida en varios idiomas.

CARLO ACUTIS

Carlo Acutis (Londres, Reino Unido; 3 de mayo de 1991-Monza, Italia; 12 de octubre de 2006), murió a la edad de 15 años habiendo desarrollado un maravilloso y ejemplar conocimiento de la fe de niño cuando se enamoró de la Eucaristía. Era catequista, logró transmitir la fe a los niños, no sólo en la forma clásica de las reuniones, sino que también explotó los medios telemáticos. Creó un proyecto informático sobre los temas de la fe; tenía un sitio sobre los milagros eucarísticos. Vivió su fe al máximo. Las palabras expresadas en sus últimos días fueron sorprendentes. Dijo: "Quiero ofrecer todos mis sufrimientos por el Señor, por el Papa y por la Iglesia. No quiero hacer el Purgatorio; quiero ir directamente al Cielo".

Su Beatificación tuvo lugar en Asís, lugar de su entierro, en la Basílica Papal de San Francisco. Fue declarado Venerable el 5 de julio de 2018.