¿Por qué la exposición al ruido puede afectar a nuestra salud?
Se llevó a cabo en el Espacio Emprendedor una charla llamada “¿Qué sabemos del ruido y nuestra salud?”. Fue en el marco de una campaña de concientización y educación de los efectos de la contaminación acústica. La actividad fue organizada por las direcciones de Gestión Ambiental y de Movilidad y Control Urbano de la ciudad, voluntarios para la acción climática y Ampliar Abrepuertas.
El encuentro estuvo a cargo del Dr. Rodolfo Detorre y la Dra. Verónica Pereiro, quienes hablaron sobre los efectos que tiene el ruido en nuestra salud, causas y fuentes de contaminación acústica, los niveles de ruido aceptables y tóxicos como también posibles soluciones y medidas preventivas.
Doctor Rodolfo Detorre
El Dr. Detorre, médico especialista jerarquizado en clínica médica, habló con El Diario sobre el efecto nocivo que produce la exposición permanente a los ruidos molestos y llamó a la sociedad a concientizarse acerca de la contaminación acústica. “En muchas de las cosas que comúnmente nos suceden a todos, todos los días, el ruido está involucrado. A mis charlas les doy un enfoque médico, y trato de demostrar cómo a partir de la exposición a los ruidos se pueden generar enfermedades que potencialmente pueden ser mortales” sostuvo Detorre, y agregó que “la Organización Mundial de la Salud define al sonido como la percepción subjetiva de lo que nosotros ingresamos a través de los oídos. Nuestro sistema auditivo transmite, y nosotros subjetivamente interpretamos esas ondas y la transformamos en sonido”.
El médico sostuvo que “sonido no es lo mismo que ruido”. “El ruido es un sonido desagradable, molesto y peligroso que termina siendo potencialmente nocivo para la salud. Se define al ruido como la primera molestia ambiental en los países industrializados, obviamente no es lo mismo hablar de una ciudad de 2 millones de habitantes o de 50 mil habitantes”, aclaró. “No se habla de algo agradable, como la música, una sinfonía, sino de algo desagradable, en donde nosotros mismos generamos un fenómeno de habituación. El cerebro se acostumbra, tiene la capacidad subjetiva de bloquear ese sonido que nos desagrada. Cuando un tren pasa todos los días el cerebro se habitúa a ese sonido y lo bloquea. Ahí es cuando el organismo compensa ese ruido molesto generando una habituación subjetiva en días o semanas, eso depende de la sensibilidad individual” afirmó Detorre.
Detalló cuales son las consecuencias de estar expuestos permanentemente a los ruidos molestos. “Cuando alguien está expuesto a un sonido que se vuelve crónico con el tiempo se empiezan a generar una serie de movimientos neuroendocrinológicos y neurohumorales dentro de nuestro cuerpo que a la larga, con el tiempo, nos puede terminar enfermando y generando muchos problemas físicos que padece la población general. La American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) incluye en una publicación que sacó este mes el concepto de disruptores sociales. Se los llaman así a todas aquellas situaciones que generan el estado de alarma en el organismo, y el ruido es uno de ellos, es un detonante” afirmó el médico. También aclaró que “no hay que tomarlo como una situación aguda sino como una situación que se prolonga en el tiempo, que es permanente. Lo que tenemos que hacer en una ciudad como la nuestra es un diagnóstico de la situación, y en base a eso ver qué medidas podemos tomar para mejorar los problemas que potencialmente pueden perjudicar en nuestra salud”.
Qué enfermedades puede ocasionar la exposición al ruido
“Una vez que nosotros activamos el stress, puede ser una situación aguda en donde es una situación fisiológica, me preparo para pelear con alguien, en donde aumenta mi presión, mi frecuencia cardíaca, cambia mi respiración, etc. Muchas situaciones que se generan dentro del organismo son propias de la situación que tengo que enfrentar, y cuando eso se vuelve crónico se intensifican los bemoles. Se generan toda una serie de alteraciones neuroendocrino-humorales que con el tiempo nos puede generar problemas emocionales, depresión, trastornos de ansiedad, fobias, insomnio o apatía. Esto puede acarrear consecuencias en el rendimiento laboral, propensión a accidentes, y enfermedades que potencialmente podemos llegar a tener aparte de las del oído, incluso podemos perder la audición en situaciones especiales” reveló Detorre.
La enfermedad va a depender del grado de exposición que uno tenga, cuanto más años tengamos, más expuestos estamos. Los estresores pueden ser, aparte del ruido, problemas laborales, sociales, económicos y personales. Todos estos, aunque no contaminan el ambiente, afectan de la misma manera de lo que pueda afectar el ruido. Detorre además confesó que las enfermedades que más le preocupan son las cardiovasculares, entre ellas la “hipertensión, el infarto de miocardio y el accidente cerebro vascular (ACV)”. “Podemos llegar a todas esas situaciones cuando este tipo de manifestaciones y estos mecanismos no se terminan de disipar. Porque una cosa es el cuadro agudo que se disipa y uno se relaja y otra cosa es la situación crónica”, agregó.
Por ultimo comentó acerca del efecto en los niños que se exponen a ruidos molestos a temprana edad. “El chico tiene diferentes problemas, el ruido puede generarles problemas de sueño, al otro día falta de rendimiento en la escuela, problemas de atención o problemas de memoria. Si el niño presenta estas dificultades no se va a adaptar bien al sistema educativo".