Por primera vez, una niña trans representará a otra en una película sobre infancias transgénero
Gabriela Mansilla, la madre de la primera nena transgénero del mundo en obtener la rectificación de su DNI sin necesidad de un dictamen médico ni judicial, aseguró que la película basada en aquella experiencia sentará un "precedente a nivel mundial" porque "es la primera vez que la historia de una niña trans es contada por otra niña trans" en una ficción de la que participan otras infancias diversas.
El film dirigido por Federico Pallazo, que comenzó a rodarse esta semana, se llama igual y está basado en el libro "Yo nena, yo princesa" de Gabriela Mansilla, publicado en 2014 por la Universidad Nacional General Sarmiento.
"La protagonista de esta película es la infancia travesti trans que está reflejada en la historia de Lulú pero que tiene detrás la lucha de toda la comunidad que hoy les permite ocupar lugares negados históricamente", dijo a Télam Mansilla sobre el film coproducido por Grupo Octubre, la Universidad Nacional de La Matanza, Arco Libre & Aleph Media, Tronera y HSVG Producciones.
"Es un precedente a nivel mundial que la historia de una niña trans sea contada por otra niña trans, que la niñez trans sea protagonista de su propia historia", agregó sobre el film con estreno previsto para septiembre.
Es que el papel de Lulú, su hija trans que hoy tiene 14 años, es interpretado por Isabella G.C., otra nena transgénero que también forma parte, con su familia, de la organización "Infancias Libres" que encabeza Mansilla.
"Esta película no cuenta la vida de una niña trans cualquiera, sino la lucha por la identidad de una niña que produjo un hecho histórico -que fue el DNI de Luana- y que involucró al Estado y las leyes de un país", dijo.
Y en la película que coprotagonizan Eleonora Wexler y Juan Palomino en el papel de los padres de Lulú, también participan la propia adolescente que inspira la película y otras chicas y chicos trasgénero.
"Lulú lo primero que me dijo es '¿yo puedo hacer de mí?', porque su sueño es ser actriz y le encanta la actuación. Como se cuenta su historia y es imposible contarla sin ella, que quiere estar, va a tener una participación", contó.
La adolescente ya acompañó a su madre a la primera jornada de rodaje y estuvo atenta a todo lo que transcurría en el set donde flamea una bandera blanqui/celeste/rosa del orgullo trans, muestra de que "el cine también se está deconstruyendo".
Y a diferencia de otres protagonistas de films basados en historias reales, Isabella no necesita consustanciarse con Lulú para el film porque "es su referente y ya se conocen mucho".
Pero así como Luana es modelo para les niñes trans que están iniciando el camino de la transición en función de su identidad autopercibida, "para Lulú lo es Marlene Wayar" y otras históricas activistas que con su lucha hicieron posible hoy la conquista de éste y otros espacios.
"Cuando empezó el rodaje pensaba sobre cuántas vidas hoy se puede visibilizar esta historia y que las niñeces no están acá por arte de magia, hay todo un trabajo de muchos años que lo hizo posible", dijo.
La frase "Yo nena, yo princesa" que da nombre al film, remite a la revelación que le hizo Lulú a su mamá en 2011, a poco de comenzar a hablar.
Con 20 meses, la por entonces bebé era feliz sólo cuando jugaba con las polleras de su madre porque todo lo que se esperaba de ella como varón le provocaba profundo dolor, al punto de caérsele el pelo y despertarse llorando a los gritos por las noches.
Con el tiempo, sus padres sabrían que eran manifestaciones de su disconformidad con el género asignado al nacer que sólo desaparecerían cuando la dejaron ser.
Como parte de ese camino, el 9 de octubre de 2013 Lulú obtuvo su nuevo DNI que da cuenta de su identidad autopercibida.
"Cuando escribí sobre esto, yo escribía cuadernos sólo para mi hija y si ya fue algo impensado que saliera a la calle como libro, jamás me hubiese imaginado en esa época que iba a terminar siendo una película", dijo. (Télam).