Paola Moreno, secretaria de Desarrollo Social: «Hay realidades que duelen»
La delicada situación económica y social que atraviesa el país ha llevado al límite a diferentes organizaciones sociales, tal es así que muchas veces no pueden dar respuesta a todas las demandas y urgencias. «Es muy preocupante la situación y damos respuesta hasta donde podemos. La demanda es mucha y a veces los recursos no alcanzan, y en estos momentos menos que nunca», expresó Paola Moreno, secretaria de Desarrollo Social.
«Tenemos un orden de prioridades y vamos trabajando día a día sobre las demandas. Contamos con varios programas importantes, uno de ellos es el de los enfermos oncológicos, desde la sede los asistimos en todo lo que podemos. Los ayudamos, por ejemplo, con una pensión o becas, los asistimos con alimentos todas las semanas, mediante una dieta establecida por una nutricionista», indicó Moreno. «La situación económica se complica porque no estamos recibiendo recursos y vamos viendo como solventar esos gastos y llegando a donde más se necesita», agregó.
La Secretaria de Desarrollo cuenta con un equipo de trabajadoras sociales, que son las encargadas de acompañar a la gente y realizar las entrevistas para saber la situación económica de cada persona. «Sabemos que se ha duplicado la AUH, lo mismo que la tarjeta alimentar, en esa situación vemos que, sabiendo que una familia tiene una determinada cantidad de chicos, reciben un porcentaje y establecemos un orden de prioridades. Si tenemos una familia que recibe toda esa ayuda y otra que no, vamos por esta última», explicó.
ACOMPAÑAR A LOS VULNERABLES
«En lo que refiere a alimentos, tenemos una entrega mensual de 1.500 bolsas de alimentos. En parte nos ha favorecido que el Presidente haya anunciado el aumento de la AUH y la tarjeta alimentar. Pero también hay otras necesidades, como por ejemplo en lo que respecta a lo habitacional o las enfermedades. Hoy se complica mucho si tienen que trasladarse a Mar del Plata por el precio de los pasajes. Si no pudiéramos prestar esa ayuda, habría muchísimas personas enfermas que quieren hacer un tratamiento o chequeos que no podrían hacerlo. Lo mismo con los que tienen que viajar a Buenos Aires o La Plata», remarcó Moreno.
«En Balcarce no hay disponibilidad de alquiler, hay personas que se presentan en Desarrollo y dicen que no tienen donde vivir, que viven con sus padres o que le prestan una casa. Cuando han aparecido problemas así los hemos resuelto, de una u otra manera. Generalmente trabajamos mancomunadamente con las organizaciones sociales, cuando se toma conocimiento de alguna persona en situación de calle enseguida se comunican conmigo y lo vamos resolviendo. En algunos casos nosotros mismos nos ponemos a buscar un alquiler, no es que la gente no pueda pagarlos, sino que no los encuentran».
«HAY REALIDADES QUE DUELEN»
Moreno manifestó que no se hace nada fácil el trabajo cuando no se puede cumplir con las demandas y urgencias de la gente. «Hay realidades que duelen, yo pasé por estas situaciones, entonces te ponés en el lugar de la personas. Yo soy de las que piensan que siempre se puede hacer algo. Destaco mucho al equipo de trabajo de Desarrollo Social que lo vienen haciendo desde hace muchos años juntos. Para estar ahí tenés que tener una calidad humana muy especial. Cuando terminamos la jornada laboral es imposible dejar de lado las realidades que viven las personas, no se puede seguir con nuestra vida normal porque te llevás el problema con vos. Si hay algo que en el día no lo pudimos solucionar, no dormimos», afirmó. «Se la responsabilidad que conlleva el rol que tengo y lo difícil que es ocupar este lugar. Como servidora pública tengo que estar para la gente, las puertas de mi oficina están abiertas para todo el mundo», agregó.
«Es muy difícil y triste vivir en el contexto de hoy, porque hay personas que trabajaron toda su vida que nunca creyeron estar en una situación tan complicada de tener que venir a pedir ayuda. Y vienen con vergüenza, nosotros les hacemos entender que es una situación momentánea, que esto va a pasar. Uno llega hasta llorar junto a la persona», afirmó Moreno.
Ante la difícil situación de tener que acompañar a los más vulnerables, remarcó que nunca hay que bajar los brazos. «Tenés que seguir, he pasado por muchas situaciones desde muy chica, a mí me dolió la panza de hambre, no pude estudiar de joven así que salí a trabajar como empleada doméstica, muchas veces en alpargatas porque no tenía zapatillas. Me iba a dormir con un jarro de té y unas galletitas porque era la realidad que me tocaba vivir, son situaciones momentáneas que ocurren en la vida. A veces con nuestro trabajo te olvidás que sos humano, que podés con todo pero muchas veces te das contra la pared y llegás a sentirte frustrado».
«Desde chica me gustó ponerme en problemas ajenos y solucionarlos. Soy una privilegiada porque amo lo que hago, eso no tiene precio», concluyó Moreno.