Otro valioso aporte de Bomberos al Instituto Malbrán para elaborar el suero antiofídico
Si bien rara vez resulta fatal, la mordedura de una yarará deja huellas. Produce, entre otros efectos, necrosis de tejidos, hemorragias, múltiples dolores, convulsiones y hasta daño renal. Con este panorama, cualquiera intentaría evitar el contacto con este tipo de serpientes.
Hace más de cuarenta años, el recordado Jorge De Fazy se transformó en un asiduo "visitante" de las sierras balcarceñas, en especial La Barrosa, a cuyo pie se encuentra su casa. Su noble compromiso fue el de capturar, analizar, estudiar y tipificar las serpientes que se encuentran en su hábitat natural, fue su desafío permanente. Se transformó así en un colaborador del Instituto Malbrán, donde a partir de los envíos de los ejemplares allí elaboraban el suero antiofídico para ser utilizado en personas que sufrieron mordeduras de serpientes.
Transmitió sus conocimientos y esa pasión a su hijo Daniel, quien luego instaló el tema en el cuartel local de bomberos voluntarios, capacitando a sus integrantes. Pero además aprendió a capturar víboras tomando, claro está, los recaudos y cuidados necesarios.
NUEVO ENVIO
Días pasados, el Instituto Malbrán recibió una importante cantidad de víboras para elaborar suero antiofídico, las cuales fueron remitidas desde el cuartel local de bomberos a partir del trabajo llevado a cabo por De Fazy y otros colaboradores que integran el Departamento de Ofidios del cuartel. En este caso, el jefe del cuerpo activo comandante Fernando Alessio, entregó 34 víboras (yarará de la cruz y yarará ñata, la mayoría, y seis culebras) para la extracción del veneno que posibilitará luego elaborar el suero antiofídico. Incluso ahora también tiene alguna utilidad en la elaboración de medicamentos.
Hasta el año 2010, las víboras capturadas eran enviadas a la Facultad de Medicina de La Plata (estaba cerrado el Instituto 'Malbrán') donde funcionaba un centro de extracción de veneno. Al reabrir el Instituto, desde 2011 comenzaron a enviarse allí los ejemplares que cuando son capturados permanecen en un piletón hasta su posterior traslado.
Atendiendo a la cantidad de ejemplares que se capturan, Bomberos hace envíos al Instituto Malbrán cada tres ó cuatro meses.