Días agitados se vivieron en el Congreso de la Nación con el debate por la Ley Ómnibus. La semana pasada se había aprobado la ley en general en la Cámara de Diputados y este martes se había comenzado a debatir cada artículo en particular, lo que generó rispideces entre el oficialismo y la oposición «dialoguista».

Como resultado de estas cuestiones, el oficialismo decidió levantar la sesión, por lo que todo el proyecto de la Ley Ómnibus se cayó y retornó a comisiones.

Brindando su visión al respecto de lo que ocurrió en la Cámara de Diputados y cómo continuará la cuestión entre el Ejecutivo nacional y el Legislativo, El Diario habló con el presidente del Concejo Deliberante, Agustín Cassini.

«Estuvimos siguiendo lo que ocurrió la semana pasada y el martes con el pase a comisión de la Ley Ómnibus.

Mirándolo desde el lado de nuestros representantes de nuestro espacio político, fundamentalmente los legisladores radicales que con más de 35 y que acompañaron el proyecto de ley en el despacho de comisión con las disidencias. Habían acompañado la votación en general en el recinto y siempre marcaron las disidencias en temas centrales y puntuales. Eso se mostró y continuó el día martes cuando se inició la votación en particular de cada uno de los artículos e incisos. Es la responsabilidad de nuestros legisladores de acompañar y darle las herramientas para la gobernabilidad al Ejecutivo nacional, pero siempre se fue marcando, desde el debate en comisiones y también en la votación en general, nuestros legisladores manifestaron la disidencia parcial en algunas cuestiones.

El problema que generó ruido y que terminó derivando en el pase a comisión de todo el proyecto de ley, fue la cuestión de las facultades delegadas. El radicalismo quiso marcar que estábamos de acuerdo en otorgar facultades como se le ha dado a todos los presidentes en la democracia en contextos de crisis: las tuvieron Néstor (Kirchner), Cristina (Fernández), (Mauricio) Macri, Alberto Fernández y desde nuestro espacio político estábamos apoyando que se deleguen facultades legislativas al presidente, pero siempre en un marco estricto de control, no en una delegación de facultades, sin ningún tipo de contralor por parte del Congreso de la Nación.

Ese fue el punto que quizás más problemas y ruidos trajo, cuando la mayoría de los legisladores, no sólo los del radicalismo, sino que muchos otros legisladores no acompañaron ciertos incisos, fundamentalmente el del artículo 4 con delegación de facultades extraordinarias, porque se le daba al Presidente de la Nación, la potestad de hacer lo que quisiera, sin ningún tipo de control y eso en la democracia en la cual estamos no era lo que amerita.

Eso desencadenó todo este problema y a mi parecer, viendo todas las discusiones que se han ido generando y demás, faltó un poco de escucha por parte del oficialismo nacional, cuando sectores políticos que son necesarios para construir las mayorías que no tiene, estábamos hablando de que se aprobó la ley en general, a un gobierno que sólo cuenta con alrededor de 35 diputados y necesitaban generar el consenso.

El gobierno se cerró en su postura y no escuchó lo que se le venía diciendo desde los distintos sectores políticos y el control que, en nuestro caso, el radicalismo expuso, tiene que tener el Poder Legislativo sobre esas facultades delegadas.

Al no escuchar (el gobierno nacional), al mantener su postura fija, al aferrarse al resultado electoral que tuvieron, fue lo que desencadenó esa problemática».

¿INGENUIDAD? ¿INEXPERIENCIA?

Preguntado sobre si desde el gobierno nacional «se pecó de ingenuidad o inexperiencia» en el tratamiento de la Ley Ómnibus y los consensos para su aprobación, Cassini, opinó: «en un primer momento pensé que podía ser por ingenuidad o falta de experiencia pero también viendo la reacción del oficialismo después, quizás hasta también se buscó este resultado para tener un nuevo argumento, un chivo expiatorio de que ahora la culpa es de los legisladores, de ciertos espacios políticos: apuntaron particularmente a los bloques del radicalismo y de Hacemos Coalición Federal. La responsabilidad de estos dos sectores políticos, de estos bloques que mostraron su predisposición a colaborar con el gobierno, siempre con un control y ahora hay actitudes que han tenido diferentes actores que forman parte del oficialismo e incluso hasta el presidente compartiendo publicaciones, no sé si fue algo ingenuo y por ahí lo buscaron para tener la excusa de seguir diciendo: ‘la casta no quiere acompañar las reformas que la argentina necesita’, cuando estos bloques en particular habían mostrado su predisposición a colaborar y ayudar con el gobierno.

Pudo haber sido ingenuidad o falta de experiencia, pero también, con las reacciones que han tenido desde el oficialismo, me hace pensar que se había buscado esta lamentable salida porque no se van a resolver los problemas en Argentina ni con esto, ni la ley iba a solucionarlos.

Nada manifestaba en la ley, cosas que mejoren el día a día de cada uno de los ciudadanos, de cada argentino, de cada balcarceño. Apuntaba más a cuestiones macro y no tanto a solucionar cuestiones que viven los vecinos en el día a día».

EL FUTURO DE LA LEY

Consultado sobre el futuro de la Ley Ómnibus y si podría volver a tratarse pero de una manera diferente, Cassini, señaló: «por lo que pude leer, se manifestó que no se va a presentar la discusión por lo menos en el corto plazo. Creo que sería un error. El gobierno de esto tendría que aprender y entender que por más que tuvo un gran acompañamiento en el balotaje no tiene las mayorías en el Congreso, tienen que estar predispuestos al diálogo, a la búsqueda de consensos, si es que quiere solucionar los problemas de la argentina y que no sólo sea un slogan político de decir: ‘quiero solucionar, pero la casta no me deja’, cuando tiene a la casta enquistada dentro de su gobierno, un claro ejemplo es Daniel Scioli, exgobernador de la provincia de Buenos Aires, exvicepresidente de la Nación del kirchnerismo, excandidato a presidente con el kirchnerismo en el 2015, exembajador de Alberto Fernández. El representante de la casta más fiel que tiene la política argentina es él y forma parte del gobierno de Milei.

Si Milei y todo su gabinete quieren solucionar los problemas de los argentinos, tienen que empezar el camino de escucha, de diálogo y sabiendo que desde este lado, por lo menos desde el radicalismo y desde otros bloques que forman parte de JxC van a tener el acompañamiento lógico de la comunidad, pero con un requisito que se da en democracia que es el contralor y control del Congreso de la Nación para que las decisiones que se vayan a tomar no sea darle un cheque en blanco al presidente porque eso pondría en riesgo la gobernabilidad y estabilidad de la Nación».

IMPLICANCIA

Respecto de cómo repercuten este tipo de cuestiones en municipios como Balcarce, Cassini, precisó: «son cosas que van a tener sus implicancias, más allá de que la Ley Ómnibus, en ciertos puntos, apuntaba a generar reformas estructurales, tampoco tenía medidas suficientes para solucionar el día a día de las problemáticas que tienen cada vecino de Balcarce.

Con esta ley, no sé si va a haber grandes cambios, creo que esto puede repercutir en el gobierno y la ciudad de Balcarce en caso de que el presidente siga con su posición extremista, diciendo que va a hacer recortes en el envío de dinero que se hacen a las provincias, por ende a las transferencias a los municipios.

Esperemos que todo lo que está legislado y que son obligaciones por ley, llámese Fondo Educativo, coparticipación, siga llegando normalmente para que los gobiernos locales, no solamente de Balcarce, sino de Argentina puedan continuar generando y desarrollando sus prestaciones de servicios para que la gente tenga soluciones. Mejor educación, seguridad, servicios, calidad de vida, infraestructura y que se puedan ofrecer desde un municipio.

El gobierno nacional, junto con los gobiernos provinciales y locales deben trabajar en eso, dejar a un lado de las banderas políticas y tirar todos para el mismo lado», concluyó.