«Mejoramos los frenos, algo que me preocupaba»
El Turismo Carretera dará continuidad a su temporada 2018 el domingo 29 del corriente cuando la divisional se presente en el autódromo de Rafaela. Pero las expectativas ya están puestas en el 19 de agosto, cuando se concreten los «1.000 Km. del TC», lo que eventualmente son tres carreras en una, con dos pilotos invitados.
Por eso Santiago Mangoni y equipo vienen trabajando duro con vistas a estos desafíos, en el marco de esta primera temporada con estructura propia, tratando de darle pelea en el marco de sus posibilidades a equipos profesionales y con un presupuesto mucho más importante.
PRUEBAS EN OLAVARRIA
El piloto local estuvo trabajando sobre el Chevrolet esta semana en el autódromo de Olavarría, donde puntualmente se trató de mejorar el funcionamiento del sistema de frenos, entre otras cuestiones. En total giró 28 vueltas.
También en el «Hermanos Emiliozzi» se subió al Chevrolet uno de sus invitados para los «1.000 Kilómetros», Lucas Valle, quien giró durante 7 vueltas buscando la adaptación a la unidad. El otro invitado del balcarceño, Diego Martínez, también tenía previsto hacerse presente en Olavarría pero por cuestiones personales no pudo viajar.
ANALISIS DE MANGONI
Mangoni analizó lo realizado en Olavarría. «Lo más importante que teníamos para probar eran los frenos. No venía del todo conforme con el funcionamiento y en las dos últimas carreras tuvimos problemas que iban más allá de lo normal. Estuvo en pista el proveedor de los elementos y eso también nos ayudó».
Se mostró satisfecho por el resultado de las pruebas respecto de los distintos puntos que abordaron. «Mejoramos mucho en el tema frenos, sobre todo la confianza mía con el pedal, me costaba estirar los frenajes. Las pruebas se basaron en eso, después trabajamos en la puesta a punto, no habíamos tenido la posibilidad de probar a principio de año. Probamos distintas cosas de aerodinámica, tanto para Rafaela como para los 1.000 Kilómetros, como espirales, amortiguadores, trompas, diferencial y encontramos significativas mejoras. En carrera cuesta probar elementos porque los tiempos son muy cortos. Salís a entrenar, precisás un par de vueltas para adaptarte y si hay que cambiar algún elemento grande te lleva tiempo, no te alcanza porque las pruebas son de 25 minutos. Ahora hay que esperar que este trabajo se refleje en la pista».
El tema presupuestario golpea en las arcas de todos los pilotos, que vienen haciendo un gran esfuerzo para estar presentes. «En mi caso tengo el año mensualizado. Correr dos carreras en un mes o estar un mes parado no me complica. En el caso de la prueba sabíamos que era un gasto importante pero era necesario que la hiciéramos para encarar de otra forma lo que queda del campeonato. Venimos medianamente bien en lo económico, no óptimo pero sí lógico. Hay que trabajar en el auto en chapa y pintura y será otro gasto importante. También hay que ir comprando elementos para los 1.000 Kilómetros y por suerte tengo los dos pilotos que me van a acompañar y me ayudarán en lo económico».
