Le vaciaron la cuenta y le gestionaron un crédito por más de 3 millones de pesos
Daniel Fisicaro fue engañado a través de un supuesto beneficio para jubilados del supermercado Día. Solo atendió el teléfono, no brindó datos personales, y sin embargo le hackearon la cuenta. El caso ya fue denunciado y busca frenar la operación en el banco.
Un nuevo caso de estafa sacude a la comunidad. Esta vez, la víctima fue Daniel Fisicaro, vecino de Balcarce, quien sufrió el vaciamiento de su cuenta bancaria y la gestión de un crédito por más de tres millones de pesos luego de atender un llamado telefónico que simulaba ser del supermercado Día. La denuncia ya fue radicada y Daniel se dirigió al banco con la esperanza de frenar la operación antes de que se concrete en su totalidad.
EL ENGAÑO
La estafa comenzó hace aproximadamente cuatro semanas, cuando Fisicaro empezó a recibir mensajes por WhatsApp desde números con característica de Buenos Aires. En los textos le informaban sobre un supuesto descuento por jubilado ofrecido por el supermercado Día. El engaño estaba cuidadosamente armado: incluía el logotipo oficial de la cadena comercial y detalles que hacían creíble la propuesta.
"El llamado fue de Buenos Aires, con todo el formato del supermercado Día. Me decían que me iban a dar una tarjeta con beneficios. Ayer me llamaron, les dije que al mediodía no podía atender y me volvieron a contactar a las seis de la tarde", relató.
A pesar de no brindar información sensible ni claves personales, el solo hecho de atender el teléfono fue suficiente para que los estafadores accedieran a su cuenta bancaria. "No les di ningún dato, ni el token, ni la clave. Solo hablé con ellos. Me atendieron con una amabilidad terrible, todo muy formal, y cuando terminé la conversación entré al home banking y ya me habían vaciado la cuenta", lamentó.
EL DAÑO
Lo que descubrió al ingresar a la plataforma de su banco fue devastador. "Me sacaron todo. Me gestionaron un crédito de más de 2 millones y me sacaron un millón y pico más. En total, más de 3 millones de pesos. No me quedó nada", afirmó con angustia.
El dinero fue retirado en efectivo y, según indicó, la operación debió iniciarse mientras las entidades financieras estaban cerradas, lo que abre una ventana para que el trámite pueda ser frenado antes de completarse. "Ahora voy al banco a ver si podemos bloquear el crédito. Gracias a Dios conozco a uno de los chicos que trabajan ahí y me dijeron que me iban a ayudar", agregó.
LA DENUNCIA
El hecho fue denunciado en la Estación de Policía Comunal. Fisicaro aportó los números telefónicos desde los que fue contactado, que quedaron asentados en el acta. Sin embargo, la incertidumbre y el desconcierto persisten.
"No sé cómo es esto. En la comisaría me dijeron que tienen registrado el número desde el que me llamaron, pero no sé si con eso se puede hacer algo. Yo soy ignorante en esto, pero no es ignorancia, es confiar. Confiar en que si alguien te llama diciendo que es de un supermercado, uno no piensa que lo van a estafar", reflexionó.
UN LLAMADO DE ALERTA
Con el testimonio todavía fresco y el daño económico sin reparar, Daniel decidió compartir su experiencia para advertir a otros vecinos. "Lo que menos te esperás es que en 15 o 20 minutos te hagan esto. Tenés que tener mucha precaución. Yo paso el día bloqueando números y mensajes, y sin embargo caí. Tienen una habilidad increíble para convencerte", advirtió.
"No me quedó nada, estoy desanimado. No dormí en toda la noche pensando en la plata que me sacaron. No sé cómo sigue esto, pero por lo menos quiero frenar el crédito antes de que lo terminen de ejecutar", dijo.
La modalidad que sufrió Daniel Fisicaro no es nueva. Se trata de una estafa telefónica en la que los delincuentes no necesitan claves ni accesos explícitos: mediante técnicas de ingeniería social o vulnerabilidades del sistema logran tomar el control de cuentas bancarias apenas la víctima atiende el teléfono o instala una aplicación maliciosa. Por eso, las entidades bancarias insisten en no responder llamados ni mensajes que soliciten validar datos personales, aún si parecen legítimos o si incluyen logos oficiales.