La leyenda de las mil grullas inspira una nueva campaña a favor de Protección a la Infancia
El año pasado el objetivo planteado de conseguir vender mil grullas se vio superado al alcanzar la cifra de 1.200. Ahora, la iniciativa es más ambiciosa porque se quiere llegar a las 2 mil.
Ese es el objetivo trazado para esta segunda realización del proyecto "Mil grullas por un deseo", basado en una antigua leyenda japonesa que dice que cualquiera que construya mil grullas de papel, recibirá un deseo.
Las mil grullas se convirtieron en un símbolo de paz a partir de la historia de Sadako Sasaki, una niña que tenía dos años cuando explotó la bomba de Hiroshima. No pudo curarse de su enfermedad, ni tampoco completar las mil grullas, pero inspiró un mensaje de paz muy fuerte, que todavía llega a los corazones de muchísima gente.
Esta iniciativa es respaldada por la Secretaría de Desarrollo Social, que conduce Paola Moreno, y la Subsecretaría de Cultura y Educación, con el aporte que realiza el tallerista Sergio Rodríguez, y es a total beneficio de la Sociedad de Protección a la Infancia.
Las grullas, que están siendo confeccionadas, tienen un valor cada una de cien pesos y se comercializarán en el "Mes de la niñez".
"El objetivo principal de esta propuesta es colaborar con la Sociedad de Protección a la Infancia debido a la difícil situación económica que está atravesando. Quien adquiera una grulla además recibirá un número para el sorteo de una bicicleta durante un festival que se hará en el Teatro Municipal", explicó Moreno.
En tanto, Rodríguez explicó que ya hay más de treinta familias trabajando en la confección de las grullas, mencionando especialmente a dos adolescentes en nombre de todos, como lo son Facundo González (13 años) y Uma González (12), involucrados en el proyecto solidario.