Los testimonios de la época dicen que por iniciativa de la comunidad educativa de la Escuela Nº 6 se impulsó la colocación de una cruz de madera en lo alto de la sierra La Barrosa.

La idea se convirtió en una realidad el 4 de octubre de 1953. La cruz construida con madera de 8 metros de largo fue subida, arrastrada a caballo, por la sinuosa sierra hasta su destino final.

El recordado Donato Pécora, uno de los involucrados en el proyecto, fue testigo privilegiado, junto a empleados municipales que prestaron su colaboración, de este significativo acontecimiento.

El reverendo padre misionero Nicasio Durán presidió la ceremonia en la cual se produjo la bendición de la imponente cruz que se levantó en lo alto de la sierra.

Tiempo después, fenómenos naturales provocaron la caída de la cruz.

En 1976, el cura párroco Francisco Raúl Peñalva, planteó su reposición como testimonio de la celebración del centenario de la fundación de nuestra ciudad pero no se concretó la idea.

Recién en 1983, la Sociedad de Fomento La Barrosa, con el apoyo de Gendarmería Nacional y la gestión del Club Leo, repuso la cruz de unos mil kilos de peso.