La "Chunchuna", ícono del Zonal de los '60
Un ícono inolvidable del zonal desde los años sesenta, momentos gloriosos de la actividad del sudeste, tiempo de talleres y de peñas, de emociones, y sensaciones muy particulares.
En la parte final de aquella década, las emblemáticas Cafeteras irrumpían en los trazados del sudeste, con un fervor popular único, para disfrutar y vivir los memorables combates del automovilismo zonal.
La Dodge Continental preparada por Jorge Romera iba a comenzar a forjar su propio camino y sería una de las unidades que quedarían en el recuerdo de los amantes del automovilismo zonal. Conducida por Luis Morán, alcanzó la corona en 1968 y 1969. El auto llevaba el apodo de "Chunchuna", en honor a la arquitecta, modelo y actriz, referente de la belleza de aquella época, Elba "Chunchuna" Villafañe.
EL RECUERDO
Ricardo Romera trazó un rico comentario sobre la historia de esta unidad, que hace poco tiempo volvió a rodar para emocionar a quienes la vieron en competencia y sorprender a quienes no la conocían.
Esto decía:
Un grupo de jóvenes inquietos, con habilidades extraordinarias, tuvieron aquella idea: hacer un auto de carrera con el afán de aprender y a su vez demostrar lo que podían hacer. Espíritu de competencia y la creatividad puesta de manifiesto en el arte del diseño y construcción.
Transcurría el año 1966, y en una de tantas reuniones de amigos tuvieron aquella idea. Rápidamente tomó forma de cupecita, la habilidad del Flaco (Jorge Andrés Romera) para hacer aquel boceto para deleite y entusiasmo de aquella juventud que creía todo posible. La ilusión fue el primer motivo y luego puesta la mirada sobre aquel vehículo que era usado por la familia Romera para auxilios mecánicos, y con la anuencia tácita, aquellas partes pasarían a ser la base del auto campeón.
Colaboradores y amigos alentaron ya la esperanza: Juan Manuel Romera, Héctor Oscar Romera, Juan José Romera, Julio Cesar Romera, Luis Morán, Criscenti, Lambertucci, Rodolfo Viglianchino, Juan Martín Petrucelli, José María Tamagno, Ricardo Hugo Romera, Di Lella, Héctor Lozano, los hermanos Romera como contralores y duros críticos para que las cosas salieran bien (Andrés, Manuel, Ramón y Francisco), que habrían tenido su oportunidad entre los años 40 y 50 junto con su amigo y coterráneo Juan Manuel Fangio.
Jorge Andrés Romera había egresado de la Escuela Industrial , así sumaba a los conocimientos que eran un bien de familia, habilidades propias, el estudio y capacitación recibida.
Manos a la obra. Con planos en tablero y todas las partes de aquel vehículo, empezaría a tomar aquella forma que llevaría el nombre de una modelo famosa ("Chunchuna" Villafañe) que causó asombro y todos la consideraban hermosa para la época.
En aquellos años el cine siempre cumplió la misión de hacer archivo y contar sobre la vida de los pueblos, en este caso influenciado por Juan Manuel Bordeu y su adoptado pueblo de Balcarce, fue también plasmada en la película Turismo de Carretera emulando con estos autos la historia de Balcarce como lugar emblemático del automovilismo y aquel momento. Artistas de renombre y la gente del pueblo fueron tomando protagonismo de la historia. Fue allí cuando hizo su aparición en el campo de don Agustín Crovetto que cedía ese predio para la realización de pruebas automovilísticas de la época.
EL DEBUT
Corría el año 1967 y en el circuito "El Compás" (de Crovetto) fue donde rugiera por primera vez, en su debut, ocupando los primeros lugares en la clasificación final, dando que hablar. En esa competencia ganada por Jorge Reimonte (con la famosa «cuadradita») era 2° Luis Morán como piloto de la "Chunchuna" ( ajustada al libreto, aquella competencia del día sábado). Así fue que el día domingo propusieron una carrera de verdad, y en esa salió 1° Luis Morán (Chunchuna ) y 2° Capozoli, los dos con Dodge.
Sus colores azul con franjas blancas semejaban una sábana que parecía flamear con el viento.
Poco tiempo después empezó su camino hacia el éxito, cosechando triunfos en todas sus intervenciones y como hecho sobresaliente aquel motor Continental de la marca Dodge por primera vez en la historia de Argentina ganaría un campeonato de la categoría Cafeteras regida por la asociación A.C.O.C.A , mérito que hasta ese momento había sido monopolizado por marcas como Ford y Chevrolet.
Pero no sería su único mérito aunque valorable, si no que marcó una época, ya que su creador (Jorge "Flaco" Romera) no había dejado nada librado al azar. Fue el primer auto que tuvo una selectora de caja rápida, consistía en que su palanca de cambios sólo tenía punto muerto y se ponía la 1 velocidad accionando un gatillo y jalando para abajo la misma, la 2da marcha sólo había que llevar hasta arriba superando el punto muerto y entraba el cambio, la tercera marcha, era el golpe inverso… la marcha atrás era en el mismo lugar de la 2da marcha pero esta vez accionando el gatillo… (o sea que la palanca sólo hacia un recorrido recto abajo o arriba.)
Innovación, diseño y picardía… eran los condimentos que hacían la diferencia. Por si fuera poco nacían competidores como Oscar "Pincho" Castellano con la famosa "Laucha" de Lobería y ese año fue el subcampeón de la categoría. Los pueblos dirimían en pista esas diferencias competitivas dentro de los circuitos, pero luego predominó la amistad, solidaridad y caballerosidad demostradas en cada momento luego de las competencias., En el año 1968 se repitió la historia, campeona la "Chunchuna" ( Luis Morán ) y sub campeona La Laucha de Lobería (Oscar "Pincho" Castellano )
Balcarce vio renacer esa posibilidad deportiva, pilotos, autos, preparadores y nuevas categorías, quizás inspiradas en autos como la "Chunchuna", que hoy más que nunca y después de muchas décadas toma valor histórico enseñando a generaciones venideras que tomen como ejemplo la pasión, trabajo, empeño, espíritu de competencia, habilidades personales, trabajo en equipo dejando la sabiduría y enseñanza, valor de herencia y reserva histórica.
Posdata: quiero destacar que escribí esta historia bajo estricta referencia filmográfica, prensa escrita y por haber vivido junto a los protagonistas esta tan linda e inigualable experiencia, que marcó tanto en mí como en muchos otros jóvenes que disfrutaron ese aire cargado de Ilusión, esperanza, conocimiento, superación, divertimiento. Con el cariño y admiración, este pequeño homenaje a esa generación de muchachos tuercas que me alejaron de todo vicio y me motivaron a armar un proyecto de vida propio.
Autor: Ricardo Hugo Romera
