La Capilla “San Cayetano” celebró 40 años de vida

La Capilla “San Cayetano” celebró 40 años de vida

El pasado 7 de noviembre, la Capilla San Cayetano conmemoró 40 años desde que comenzó su actividad en el barrio. La capilla, que tuvo sus inicios en la Sociedad de Fomento y luego en el ex Matadero, celebró este significativo aniversario con una emotiva Santa Misa de acción de gracias.

“Decidimos hacer una misa especial, pensamos en invitar a toda la comunidad pero finalmente hicimos una reunión más íntima”, explicó Carmen Giménez a El Diario. En este contexto, se llevó a cabo un festejo para conmemorar el aniversario. Durante la celebración, encabezada por el párroco Pablo Etchepareborda, se expresaron palabras de agradecimiento a Dios por el camino recorrido y por el que ha de venir, en un emotivo gesto que refleja el espíritu de la comunidad.

UN POCO DE HISTORIA

Carmen se congrega en la Capilla “San Cayetano” desde el primer día en que comenzó su actividad en el barrio. Las primeras misas se hicieron en la Sociedad de Fomento "Pueblo Nuevo", luego en el viejo Matadero, hasta que finalmente consiguieron su espacio ubicado en la calle 116 bis. En 1982, el padre Juan Carlos Cairol decidió visitar el barrio y juntar unos vecinos para reunirse en la Sociedad de Fomento. “Ahí tuvimos reuniones durante 4 años, el padre le pidió a la Municipalidad el edifico del Matadero. La Comuna le dio la concesión, por lo que se preparó y se acondicionó, y una vez que terminamos los primeros trabajos empezamos a congregar ahí”, relató.

“El 7 de noviembre de 1986 fue la primera misa en el viejo Matadero, me acuerdo como si fuese ayer, se celebró un casamiento en el atrio que estaba ubicado en lo que ahora es el frente del Matadero, en aquella época asistía muchísima gente. La capilla funcionó en ese lugar durante 13 años hasta que pasamos al edificio que tenemos hoy. Con el aporte de la gente de la capilla y los vecinos fuimos construyendo y remodelando el actual edificio, como los salones de catequesis, el atrio y demás”. La capilla que se encuentra ubicada en calle 116 bis empezó su actividad en el 2001. ”En aquel entonces se había formado la Legión de María, éramos más de 20 en aquel grupo y llegamos a tener mucha congregación de gente en la Capilla. Con el paso del tiempo el grupo se fue desarmando, algunas dejaron de venir, otras ya no están. Nos seguimos reuniendo, pero somos muy pocas”.

LA LEGIÓN

DE MARÍA

“La Legión de María era un grupo de fieles al servicio del sacerdote, en donde salíamos a visitar casas acompañadas con una imagen de la Virgen para llevarles la palabra de Dios, como decíamos habitualmente: rescatar almas. Todos los miércoles íbamos con la Hermana Irma y caminábamos los barrios. También teníamos centros de oración que se daban los jueves a la tarde. Todo eso lamentablemente no se hace más, pero quedan lindos recuerdos.

AYUDAR AL PRÓJIMO, EL PROPÓSITO DE SU VIDA

Criada y educada en la fe cristiana, Carmen comprendió desde temprana edad qué propósito tenía Dios para su vida. “El significa todo para mí, desde muy chica siempre me atrajeron las cosas de la iglesia. Siempre salí adelante con el favor de Dios, ayudando al prójimo, he dado todo y sigo igual”. Tras cincuenta años de casada, Carmen comentó que siempre contó con el apoyo de su familia. Todos sus hijos se confesaron en la capilla, por lo que aquellos sacramentos tienen un significado especial para ella.

Carmen recuerda con alegría, pero con un dejo de nostalgia, las mejores épocas de la Capilla San Cayetano. “En la época del padre Andrés Mangas se misionó mucho en el barrio, fueron 12 años muy lindos. De todos los barrios de Balcarce, Pueblo Nuevo fue uno de los más misionados. La Legión de María continuamente misionó en los barrios, pero eso lamentablemente se fue perdiendo, la gente tomó otro rumbo, por ahí congregan en otras iglesias. Yo por ahora seguiré en la capilla haciendo el mismo trabajo que hago desde el comienzo, hasta que Dios disponga”.

MISIÓN DE CÁRITAS

A través de Cáritas, la capilla San Cayetano asistió a muchas familias durante estos 40 años. “Seguimos haciendo ferias para recaudar dinero y comprar alimentos para las familias. En este momento asistimos a 16 familias, durante la pandemia se llegó a cocinar para 52. Todos los mediodías teníamos viandas preparadas para todos ellos”. Carmen sostuvo que hoy son pocos los voluntarios, muchos de los colaboradores que trabajaron junto a ella ya no están. “Hoy son tiempos difíciles, nosotros invitamos a todos pero no se acerca nadie, quizás por una cuestión de distancia. Lo mismo con la gente que venía a congregarse. Cuando los alimentos que juntamos para Cáritas se terminan, ponemos de nuestro bolsillo para asistir a los que podemos. Yo voy a estar siempre al pie del cañón, todo lo que pueda”, concluyó.