La campaña electoral 2019 comenzó a transitarse en el camino a San Agustín
Oficialismo y oposición mantuvieron un intenso debate por el estado del camino de acceso a San Agustín
Fue un reclamo de años el que los vecinos de San Agustín hicieron para que el principal acceso a la localidad rural, de unos 7 kilómetros de asfalto, sea reparado. Vialidad bonaerense licitó y adjudicó la obra, que se concretó hace algo más de un año. Pero al poco tiempo, esa repavimentación, como la calificó el propio Departamento Ejecutivo, comenzó a mostrar falencias: aparecieron nuevamente los baches.
A Vialidad llegó el reclamo del Municipio por lo ocurrido mientras que la oposición en el Concejo insistió en querer tener más información sobre el tema.
Esta cuestión generó anteanoche cruce de opiniones fuertes, donde no faltaron alusiones cargadas de ironía y chicanas políticas que, en definitiva, no aportaron nada a lo que debería haber sido un sano y enriquecedor debate, además de despejar las dudas existentes.
Es una costumbre en los últimos tiempos que cuando se es oposición se le reclama al oficialismo información y éste la retacea, la brinda a cuentagotas o no la da a conocer. Y cuando cambian los roles, la historia continúa. Así que de esta forma de hacer política nadie se salva o casi nadie, lamentable.
Fue José Luis Pérez (Cumplir) quien sostuvo que la obra concretada, «a todas luces incompleta, deficiente y que ha simple vista genera sospechas de corrupción o al menos de connivencia entre la empresa y los responsables de la obra». Pero eso no fue todo. También mostró su enojo porque el Departamento Ejecutivo «no tuvo voluntad política» de suministrar el pliego completo de la licitación para «transparentar» los hechos. Se preguntó además quién pagará los trabajos de bacheo que efectuó recientemente una cuadrilla de la Cooperativa de Electricidad local. ¿Será la Municipalidad o Vialidad?
SIN RESPUESTA
El interrogante no tuvo respuesta por parte del oficialismo. Por eso Pérez les suplicó que «contribuyan a brindar información. Este es un tema grave si no se aclara. Paguemos lo que vale la obra bien hecha. Y también digo que aquellos que pagaban las obras y no las hacían, hoy están presos».
A Cambiemos no le gustó los términos incluidos en los considerandos de la iniciativa que arrojaban sospechas de actos ilícitos en la ejecución de esta obra. Leandro Spinelli (Cambiemos) le recordó al exintendente que «oportunamente dimos detalles de la obra».
Se sumó a la discusión su compañero de bancada, Sebastián Pinilla, diciéndole a Pérez que el pliego que él tanto reclama está en Internet pero además le recomendó, si no maneja adecuadamente la tecnología, que asista a uno de los cursos de computación que se dictan en la Dirección de Juventud. La frase, irónica, desató una carcajada de Pérez.
Siguió Pinilla diciendo que «a mí no me da lo mismo pertenecer a un gobierno corrupto como a Pérez. Yo quiero seguir estando limpio». Se sumó Agustín Cassini para recodar que elexintendente estuvo involucrado en la causa Coproder.
En este cruce de acusaciones, Pérez dijo que en caso de tener certezas de un acto de corrupción, irá a la Justicia. Mientras tanto, continuó reclamando el pliego porque «si allí dice repavimentación, hay un robo, y si dice bacheo, pido perdón».
Mientras el debate continuaba, Cassini, que había dejado el recinto, regresó con una copia del pliego que dejó en manos de la secretaría del cuerpo. Esas tres hojas no contenían las especificaciones técnicas, dijeron, por lo que la discusión siguió.
Sol Di Gerónimo (Frente para la Victoria) consideró que «la sociedad se merece una explicación. Fue muy lindo cuando los funcionarios se sacaron la foto con la flamante obra pero pedimos explicaciones y ahora no las dan. Dijeron que venían a dar respuestas. Háganse cargo y digan que las cosas se hicieron mal».
Tratando de calmar las aguas, Leandro Spinelli (Cambiemos) dejó en claro que se reclamó a Vialidad y que la obra efectuada constituía un bacheo, «que no es lo ideal. Pero no queremos mirar para otro lado en este tema».
CAMBIOS Y APROBACION
Finalmente las partes cedieron y el proyecto, con cambios ya que no se incluyeron los términos sobre sospechas de corrupción y connivencia, que molestaban al oficialismo, se aprobó por unanimidad.
Habrá que esperar, entonces, si se devela el misterio de quién se hace cargo del pago por el arreglo de los baches pero también del porqué de los deterioros reiterados en una obra que tiene poco más de un año.
Mientras tanto, las «sutilezas» de uno y otro lado resultaron innecesarias pero por momentos desviaron el eje del debate.