Inseguridad sin fin
Durante la madrugada de anteayer, una familia se convirtió en una víctima más del accionar delictivo luego de haber sufrido la irrupción de malvivientes en su hogar de calles 12 y 27 mientras se hallaban ausentes. Se trata de Juan José Fontana, quien junto a su esposa se encontraba de viaje y anteayer por la mañana fue alertado por vecinos sobre el lamentable episodio.
"Alrededor de las 10 recibimos el llamado de alerta de un vecino. Con mi mujer estábamos fuera de la ciudad y mis hijos estaban en Mar del Plata. Conocían todos nuestros movimientos y sabían que no íbamos a estar durante todo el fin de semana", se lamentó el damnificado.
"Los vecinos no escucharon ruidos en ningún momento. Llamaron a uno de mis hijos por la mañana y luego se comunicaron con nosotros", agregó.
"Creemos que al menos tienen que haber sido dos delincuentes: uno ingresó mientras el otro se quedó en la vereda vigilando", explicó.
Los intrusos ingresaron por una ventana ubicada en el frente de la casa que da a calle 12. "Levantaron la persiana, rompieron el vidrio de la ventana y destrabaron el seguro. Es un trabajo que no puede hacer una persona por sí sola", comentó.
"LA HABITACIÓN ERA UN CAOS"
Cuando Fontana ingresó a su hogar se encontró con el desorden habitual en este tipo de hechos. "La habitación matrimonial era un caos: estaba todo desordenado, los cajones rotos y todo revuelto. Creemos que fue el primer espacio que revisaron y al encontrarse con la plata quedaron satisfechos", se lamentó.
Los malvivientes sustrajeron una importante suma de dinero en efectivo, un reloj de oro, una cadena de oro y una cámara de fotos. "Las joyas, más allá del valor material, tenían un valor sentimental. Eran recuerdos de mis viejos", añadió.
"Pensamos que al encontrarse con tanta plata quedaron conformes y decidieron irse sin seguir revisando la casa. Una vez que consiguieron lo que buscaban se fueron por donde habían entrado", contó.
"Junto a mi familia ya radicamos la correspondiente denuncia en la Estación de Policía Comunal y estamos a la espera de que se esclarezca el hecho para poder dar con los autores", manifestó.
TRISTE REALIDAD
Una vez que terminó con el relato, Fontana dejó algunas reflexiones sobre la realidad que se vive en la ciudad respecto al accionar delictivo.
"Nos estamos enrejando y viviendo encerrados por culpa de esta gente. Y los ladrones están afuera libres, cuando debería ser al revés", lamentó.
"Todo el mundo que se va un tiempo de su casa tiene miedo con lo que puede llegar a encontrarse al volver. Todos mis conocidos me dicen que la sacamos 'barata' porque no estábamos. Es el colmo tener que agradecer el haber estado ausentes", continuó.
Y cerró: "Cuando uno dice 'a mí no me va a pasar' es mentira. Siempre está la posibilidad de ser víctima de este tipo de delitos".