Horacio Berger: «Se quiere que el INTA sea el faro  tecnológico y científico-técnico»

Horacio Berger: «Se quiere que el INTA sea el faro  tecnológico y científico-técnico»

Berger: «Se trabaja de manera planificada y con una proyección orgánica»

Desde hace poco más de dos años, el médico veterinario Horacio Berger conduce los destinos del Centro Regional Buenos Aires Sur (CeRBAS) del INTA, con sede en nuestra ciudad.

Su campo territorial abarca 50 distritos bonaerenses y casi 20 millones de hectáreas – representa un 60% de la Provincia-, que contiene la mayoría de las cadenas productivas más importantes del país: bovinos carne, trigo, maíz, miel, cebada, girasol, porcinos carne, soja, hortalizas de bulbo, bovinos leche, otros cereales (avena, centeno, sorgo), ovinos fibra y ovinos carne entre las más importantes.

Todo eso implica una inmensa red de interacciones, con múltiples oportunidades de desarrollar y fortalecer vínculos y articulaciones potenciando capacidades y competencias.

En diálogo con El Diario, Berger hizo hincapié en esa y otras cuestiones centrales de lo que representa la estrategia y la planificación institucional planteada a partir de que desde diciembre existe una nueva conducción en el INTA, ahora bajo la presidencia de Juan Cruz Molina y la vicepresidenta «Pilu» Giraudo.

«Hay una propuesta de trabajo apoyada, fundamentalmente, en los centros nacionales, que está pensada en la dinámica de éstos. Para ello se trabaja en conjunto con las estaciones experimentales, instituciones y organismos del medio. Particularmente apostamos a la articulación público – público y público – privada como una estrategia para lograr sinergia, poniendo de esa manera en juego todas las capacidades institucionales del INTA que comprenden las líneas de investigación, los conocimientos generados y el recurso humano, que es clave en los procesos de información», subrayó.

- Se viene señalando en las últimas semanas que desde el INTA se pretende un cambio cultural, pensando tal vez en otra matriz productiva de acuerdo a las exigencias actuales.

- Se está trabajando en ese sentido de manera planificada y con una proyección orgánica. A fines del año pasado se terminó de instrumentar la carpeta de proyectos institucionales, que es la forma organizativa que nos permite coordinar y organizar todas las actividades de investigación, desarrollo y extensión. Los mismos están estructurados en proyectos nacionales, disciplinarios, que buscan lograr la solidez científico-técnica en las distintas líneas de investigación para lo cual articulamos con especialistas y referentes de todo el país, y también con otros a nivel internacional. Esto está conectado a proyectos macro regionales, que para el caso nuestro involucra a la Pampa Húmeda donde hay varias unidades del INTA, que se complementan con otras entidades y asociaciones del sector, y a iniciativas locales de cada experimental, como es el caso de Balcarce y su agencia de extensión. Todo esto nos permite coordinar y buscar la eficacia de cómo llegar al sector y aportar conocimientos y capacidades para su mejor desenvolvimiento.

- Ha dejado de existir el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, ahora transformado en Secretaría de Bioeconomía. ¿Qué lugar entiende usted que ocupa INTA dentro de este nuevo esquema de trabajo?

- La misma Secretaria planteó un rol importante para el INTA. Se quiere que el INTA sea el faro tecnológico y científico-técnico. En ese sentido, el organismo viene trabajando en la planificación y organización de sus capacidades para llevar a cabo proyectos y su vinculación con el medio. Hay distintas áreas de investigación, extensión, comunicación y vinculación tecnológica que, en la zona de influencia del CERBAS, cubren media provincia de Buenos Aires. Hoy tenemos 260 convenios que nos permiten fortalecer o planificar los vínculos, para complementar roles y difusión.

- Para llevar a cabo esto se necesitan recursos. ¿Habrá recortes en el organismo?

- Sabido es que el INTA tiene importantes capacidades. El CeRBAS cuenta con 570 personas y otras 800 que están vinculadas al INTA de distinta manera. Todo esto nos da, como decía, capacidades, conocimientos y líneas de trabajo que constituyen un capital de un enorme valor. Eso nos hace pensar cómo lograr llegar al medio para lo cual debemos planificar el uso de los recursos, del presupuesto que recibimos del Estado nacional como también aquellos otros que vienen de presentaciones a convocatorias de proyectos extrapresupuestarios. En nuestro caso hay 66 presentaciones que nos permiten aportar recursos a diferentes líneas estratégicas. Esa sinergia que se da en cada localidad se suma a las agencias de extensión, las mesas temáticas, los consejos asesores y el propio consejo regional que nos permite pensar y planificar como priorizamos y buscamos la forma de complementar los roles.