Habló la maestra maternal denunciada por maltrato infantil "No me quise matar como andan diciendo"
"Que quede bien claro: no me quise matar como andan diciendo". La afirmación pertenece a Alejandra Rentería, quien se desempeñaba hasta la semana pasada como coordinadora del jardín maternal comunitario "Duende Azul" hasta que una denuncia radicada en la Fiscalía local por los padres de una pequeña de dos años que concurre al mencionado establecimiento por maltrato obligó a las autoridades de Desarrollo Social a separarla de la función.
La mujer se encuentra internada en observación en el segundo piso del centro asistencial al que ingresó anteayer por decisión de su esposo, después de haber ingerido un tranquilizante en su deseo de poder soportar de la mejor manera una situación que la estaba afectando a partir de hacerse viral unos audios en redes sociales en la que la abuela de la pequeña víctima del maltrato denunciado relataba los hechos.
"Tengo una criatura de catorce años que me necesita. Simplemente tomé una pastilla para tranquilizarme y eso llevó a que mi marido se asustara y me trajera al Hospital. No me quise matar. Si lo hubiera querido hacer no tomo pastillas, me ahorco o me pego un tiro", afirmó a
El Diario.
Desde hace tres años, Rentería desempeña el rol de coordinadora en el citado jardín maternal al que concurren diariamente unas 20 criaturas a partir de los 45 días a los 2 años. El pasado 11 de este mes, una docente del lugar le informó a lo padres de una pequeña de dos años que había sido víctima de maltrato, señalando como responsable a la coordinadora.
"QUIERO QUE SE ACLARE TODO"
"Quiero que la verdad salga a la luz, que se aclare todo. Supuestamente medio Balcarce ha visto los videos. Soy la damnificada y no he visto nada. Solo existen acusaciones y palabreríos como que yo maltraté a una pequeña. Me asesoré sobre lo que es el maltrato infantil. Significa que la criatura lo recibe cuando tiene marcas en su cuerpo. Yo nunca le pegué ni rasguñé a ninguna criatura. Nada por el estilo.
- ¿Qué pasó, entonces, que una compañera de trabajo la denunció?
- Supuestamente la discusión comenzó por una pavada como lo fue la compra de un teléfono celular. Aparentemente hubo un enojo con dos maestras. Yo falté diez días por una tendinitis. Cuanto regreso se vivía una situación rara en el ambiente. Y se desencadenó todo esto. Me citan desde el área de Personal y me dicen primero que me darán una licencia por estrés. Y luego eso se transformó en vacaciones obligadas porque se presentó (a la Justicia) una queja en la que se señala que yo le grito a los niños, los maltrato, los insulto, los encierro en el baño.
- ¿Qué tiene que ver la compra de un teléfono celular con la denuncia de maltrato?
- Ese habría sido el detonante de la maestra para impulsar a los padres de una niña a denunciarme. Quiero además aclarar que las maestras Guadalupe Peralta y Mariela Savioli se la pasaban yendo al CIC 2 (se encuentra a pocos metros del jardín maternal) a vender cosméticos, o bien iban al baño con su celular cada cuarenta minutos. Esta situación llevaba a que quedaran solamente dos maestras para atender a veinte chicos. ¿Cómo hacen dos maestras para atender a todos los niños? Tenés que tener cuidado que no se golpeen, que no se muerdan, que no se lastimen mientras juegan
- ¿Le planteó usted a las docentes que menciona que sus actitudes descriptas no correspondían?
- Siempre se les planteó eso. Saben desde el primer momento que su lugar de trabajo era la guardería.
- ¿Eso pudo haber derivado en la denuncia en su contra?
- Puede ser. Más de una vez solicité a Desarrollo Social que incremente la planta de personal porque para atender a veinte chicos éramos pocos.
- ¿Cómo era el trato de los docentes con los pequeños que asisten a la guardería?
- El trato era bueno, siempre fue así. Incluso hubo madres de criaturas egresadas que al tomar conocimiento de esta situación me manifestaron estar dispuestas a testificar a favor mío señalando cómo atendía a los pequeños.
- Esta situación la ha angustiado a punto tal de estar internada en el Hospital. ¿Qué sucedió en las últimas horas, porque causó preocupación un comentario suyo en las redes sociales que luego derivó en la internación?
- Quiero aclarar que no me quise matar como se ha dicho. Tengo una criatura de catorce años que me necesita. Simplemente tomé una pastilla para tranquilizarme y eso llevó a que mi marido se asustara y me trajera al Hospital. No me quise matar. Que quede bien claro. Si lo hubiera querido hacer no tomo pastillas, me ahorco o me pego un tiro. En las redes sociales me denigraron, me mataron directamente. La gente primero debe asesorarse de cómo son las cosas.
- Está frente a dos situaciones puntuales que debe resolver en lo inmediato: la suspensión en sus funciones y la denuncia judicial.
- La Justicia hasta el momento no me ha notificado de nada. En tanto, en lo laboral, aunque me renueven el contrato y me digan de volver a trabajar nuevamente, no tengo más interés en hacerlo en el ámbito municipal. Es todo política.
- ¿Que le dirías a los padres de la criatura que la denunciaron y al resto de quienes envían a sus hijos a la guardería?
- Nada. Yo no vi los videos por lo cual no quiero decir nada. Y si no, que vengan y me lo digan en la cara. Durante el transcurso del día, y quedando sola en la guardería, podés correr a una criatura tomándola del brazo. Eso es común en un jardín. Pero que yo recuerde, nunca ejercí violencia sobre ningún niño. Y si lo he llevado al baño ha sido para calmarlo y lavarle la cara en lugar de pasarle una rejilla mugrienta. Siempre buscamos calmar a los niños con el chupete, teniéndolos 'a upa' o abrazándolos. Yo era coordinadora y me dedicaba más a la parte administrativa, además de ayudar en la sala de los bebés. Esa era mi tarea, mil rol. Hace tres años que estoy contratada cuando tengo entendido que después de un año deben pasarte a planta permanente. Nunca hubo una queja hacia mi persona por mi trabajo. Es todo política.
- ¿Cree que existe detrás de la denuncia alguna connotación política? Lo desliza en sus palabras.
- Creo que sí. La pequeña es sobrina nieta de un político de Balcarce.
