Fue adoptada en condiciones dudosas y hoy busca a sus padres biológicos: “Quiero armar la historia de mi vida”
María Lembo tiene 52 años y en el 2004 se encontró con la noticia de que no es hija biológica de sus padres y que había sido adoptada en condiciones dudosas. Hoy está en búsqueda de su identidad con la esperanza de encontrar algún dato que la acerque a su familia biológica. El Diario se acercó hasta la casa de Maria para conocer más detalles acerca de esta historia.
A los 31 años María Lembo se entera que no es hija biológica de sus padres, su madre había fallecido un año atrás y nunca le había contado la verdad.“Fue por medio del marido de mi madrina que me entero, de forma indirecta porque no me lo dice personalmente sino a mi hermano, que no soy hija biológica de mis padres”. Su padre, quien en 2004 padecía una enfermedad terminal, le confesó muy poco tiempo antes de fallecer que no era su hija, pero sin dar muchos más detalles. “Me dijo que no sabía quiénes eran mis padres biológicos, que la obstetra que se encargó de traerme con un día de vida a su casa fue Evangelina García, ese fue el único nombre que me dio”.
Al poco tiempo de la confesión de su padre, María visitó a Evangelina para buscar más datos acerca de su origen. “Se lo pedí casi de rodillas y no hubo forma, no quiso decirme nada. Incluso le aseguré que no iba a realizar ninguna denuncia ni nada por el estilo, pero se negó a responder. Lo único que quiero saber es quiénes son mis padres biológicos y yo se que la verdad va a salir a la luz algún día. Más allá de lo que me llegue a enterar de ahora en más, yo quiero armar la historia de mi vida”, señaló.
María nació el 1 de diciembre de 1971 en la clínica Libertad de Mar del Plata, un día después llegaría a Balcarce para vivir junto a Adolfo Lembo y Nélida Elsa Cabrera. “No hubo adopción, lo único que tengo es un certificado de nacimiento de la clínica Libertad de Mar del Plata en donde dice que soy hija legítima del matrimonio Lembo. Mi tía le comentó una vez a mi hermano que podría ser nieta de un médico. Atando cabos digo... puede ser que entre colegas hayan querido ocultar lo que pasó, pero lo tomo con pinzas, ninguno de los datos que tengo son concretos”.
Confiesa que muchas veces quiso tirar la toalla al no encontrar las respuestas que buscaba, pero siempre se le cruza el mismo pensamiento acerca de su mamá biológica. “No se si me quiso entregar por voluntad propia. ¿Y si ella me quería?, ¿y si le dijeron que nací sin vida?, no se”. “De chica veía que no era parecida a mis papas y a mi hermano, de hecho se lo plantee muchas veces, pero mi mamá me decía que me parecía a las hermanas de mi papá, que eran altas. Yo no tenía cómo comprobarlo porque no conocía ni a los padres de mis papás ni a sus hermanos, ni siquiera por fotos”.
A pesar de haber pausado la búsqueda de su origen durante mucho tiempo, el año pasado decidió intensificarla, con la esperanza de encontrar alguna pieza que la ayude a armar el rompecabezas. “Visité a la titular de la Defensoría del Pueblo en Balcarce y me dijo que trate de recaudar la mayor cantidad de datos posibles y que ellos se encargaban de investigar y preguntar a diferentes personas en base a lo que yo sabía, pero sin más datos se hace difícil”. También se contactó con Laura Louzau, una mujer nacida en 1967 que con el correr de los años descubre que fue victima de trafico de bebes, una red que involucró a parteras y médicos que a partir de mediados de los años 60, hasta 1983, se encargaron de firmar certificados de nacimiento apócrifos. “Charlamos mucho y me contó acerca de su historia, hoy compartimos la misma búsqueda”, contó Maria.
A partir de la búsqueda de Laura y la de muchas personas que viven la misma situación, María se hizo un estudio de ADN en Family Tree, en donde los resultados se suben a distintas páginas de búsquedas genealógicas. “Los resultados me mostraron personas que vivieron hace muchísimos años, incluso de otros países, por lo que la conexión se hace difícil. Para que el resultado dé algo más concreto las personas mas allegadas a mi, ya sean mis padres biológicos o algún pariente más cercano tienen que realizarse el mismo estudio”.
Laura fue el nexo entre la producción de América TV y María para que pueda contar su historia en televisión. “El 2 de abril Laura me escribió para contarme que había estado en el programa de América TV que conduce Pamela David y que desde la producción le comentaron que buscaban a más personas que compartan historias similares, me pregunto si quería participar y le contesté que sí. Recién después de 20 años me animo a contarlo en los medios, recuerdo que en el 2004 contacté a las abuelas de Plaza de Mayo, si bien se que no soy hija de desaparecidos porque no dan las fechas, fui con la esperanza de encontrar alguna respuesta pero me pedían más datos para empezar la búsqueda, pero no prosperó”.
“Siento que la gente que sabe sobre mi origen y que no lo cuenta se adueñó de parte de mi historia, siento que hay una especie de pacto entre ellos para que no se sepa la verdad. Para los que estamos en esta búsqueda cualquier detalle es oro, por más mínimo que sea. Hoy mi historia al fin sale de las cuatro paredes de mi casa y más gente puede conocerla, se que a partir de ahora se van a abrir muchos caminos. Se que voy a llegar a la verdad, no se como ni cuando, pero todo va a salir a la luz”.
María continúa con la esperanza de que su búsqueda se visibilice para poder completar su historia, además sueña con poder conocer a sus padres biológicos: “si se da que podemos entablar un vínculo bienvenido sea, yo quiero eso, pero respetaría la decisión de ellos si no desean lo mismo. Entiendo que pasó mucho tiempo, hoy tengo 52 años y de golpe que te digan que tu hija te quiere conocer no debe ser fácil. Si mi mama me entregó porque no supo gestionar el embarazo y afrontar el hecho de tener una hija no la voy a juzgar, yo necesito armar la historia de mi vida, por mi y también por mis hijos, porque también es su búsqueda”.