Fernanda Ruzza es la delegada local de la Defensoría del Pueblo, pero también ha formado parte del Concejo Deliberante y además fue la primera mujer secretaria de Gobierno en nuestra ciudad. En ese sentido ha ganado un rol preponderante en la sociedad, aunque más allá del lugar que ocupa, El Diario habló con ella sobre el rol de la mujer, prejuicios, derechos, techos y mucho más, en el marco de ser marzo el Mes de la Mujer, una ocasión especial para escuchar voces, que quizás en otro tiempo, no eran tan oídas.

¿CÓMO  SE ATRAVIESA ESTA FECHA?

-  Cada 8 de marzo las mujeres, estemos o no en lugares determinados, es un día para reflexionar, para recordar, pero por sobre todas las cosas seguimos acompañando a las demás mujeres en conquistas de derechos principalmente. Es un día, no para celebrar, sino que es una conmemoración. La diferencia está en que el 8 de marzo tiene que ver con el incendio en una fábrica textil, donde mujeres murieron en procura de brindar más derechos a otras mujeres y de tener más de ellos. Por eso hacemos esta diferencia, no se celebra, se conmemora, por eso recordamos. Por eso tiene que tener cada vez más una impronta de compromiso y de acompañamiento en cuanto a derechos».

¿CREE QUE DE UN TIEMPO A ESTA PARTE, SE HAN IDO GANANDO ESPACIOS Y DERECHOS?

- Por supuesto, si nosotros comparamos años, siempre la historia de las mujeres respecto de la conquista de derechos ha sido muy admirable. Las mujeres constantemente han tenido que luchar y defenderse para lograr derechos. No tiene que ver con una lucha contra el hombre. Me gusta decir que es preferible ir a la par del varón. Ni atrás, ni adelante. La cuestión es que a las mujeres nos da más trabajo demostrar que podemos. La mujer debe enfrentar las cuestiones laborales, estar a cargo, ser mamá, ser amiga, ser hija, ser esposa, ser compañera de vida, entre tantas otras cosas. Las mujeres tenemos muchos roles, que los varones también los poseen, pero por este prejuicio, cada vez menos por suerte, tenemos una mirada cada vez más sesgada en cuanto al juzgamiento.

A la mujer se la juzga más, pero lo que celebramos cada 8 de marzo, es la conquista de nuevos derechos: el cuidado de nuestro cuerpo, elegir ser quien queremos ser, cómo nos autopercibirnos y ser respetadas en eso. Elegir el trabajo, elegir la función y que no tengamos que seguir justificando por qué estamos u ocupamos lugares. A la mujer se la juzga un poco más respecto a lo que hace y vive.

Una todavía siente ese peso: ‘¿por qué una está en determinado cargo?’ ‘¿cómo podemos tener a cargo tanta responsabilidad?’. Estamos viviendo una etapa en que los varones nos acompañan, entienden y hay que seguir conquistando derechos, porque aún es más precarizado el trabajo de la mujer y se paga menos. No tenemos la misma remuneración por el trabajo que hacen los hombres en el mismo puesto. A nosotras quizás, nos vienen a preguntar si vamos a poder continuar con la misma responsabilidad cuando hemos tenido un hijo. Nos preguntan: ‘¿estás segura?’ ¿por qué? ¿al varón se le pregunta eso?

Pero creo que culturalmente y estos nuevos niños con los que estamos conviviendo van a tener una mente diferente para acompañar a estas mujeres y ser acompañados por ellas».

COMO DELEGADA LOCAL DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO O EN ALGÚN OTRO ÁMBITO ¿COSTÓ ROMPER ESE «TECHO DE CRISTAL» DEL QUE TANTO SE HABLA?

- Absolutamente. Yo fui la primera mujer Secretaria de Gobierno en el Municipio y lo primero que preguntaban no era cómo lo iba a hacer, sino cómo una mujer iba a ser Secretaria de Gobierno. Todo el tiempo tenía que justificar mi lugar, hasta no hace mucho.

Hemos sido muchas compañeras funcionarias a las que nos preguntaron, aún con las diferentes circunstancias que cambiaban en nuestra vida si íbamos