Fangio, el ídolo eterno…
Más de una vez se ha hablado de que la idolatría por las figuras deportivas se va diluyendo con el tiempo y que luego, en quienes no vivieron sus hazañas poco sea el interés que despierten.
Hay por supuesto excepciones y el caso de Juan Manuel Fangio es una de ellas.
Aún en la actualidad, muchos chicos y jóvenes se desviven por conocer la historia del más grande piloto argentino de todos los tiempos y descubrir aquellas legendarias máquinas sobre las que el "Chueco" escribió su historia.
Esa devoción se ve potenciada cuando ellos, "fierreros" de nacimiento descubren el "Mundo Fangio" al recorrer el Museo del Automovilismo.
Días atrás llegó al Museo un sobre dirigido a la Fundación Fangio enviado por el Correo Argentino
En su interior había tres hojas.
En una de ellas se podía apreciar el rostro colmando de satisfacción de un pequeño a bordo de la maqueta del Flecha de Plata durante su vista al Museo.
En otra de las hojas , la carta del niño -que todavía no hizo primer grado- dirigida a los Reyes manifestándole su admiración por Fangio y el pedido de un auto a escala de los que manejó el quíntuple campeón de Fórmula Uno, junto al dibujo del "Flecha de Plata".
La tercer hoja, escrita por el padre de la criatura, explica que su hijo, Juan Ignacio es un apasionado de los autos y se desvive por conocer su funcionamiento.
Por tal motivo, dice, le contaron la historia de Fangio, lo que despertó en él una admiración especial por el "Chueco" que se vio potenciada tras la vista al Museo.
Se desconoce si los "Reyes" cumplieron con el pedido de Juan Ignacio y si la Fundación Fangio se contactará con el pequeño "fan", pero sirve esto para confirmar, una vez más, que Juan Manuel Fangio sigue siendo un ídolo indiscutido y que la función del Museo y la Fundación Fangio está por demás cumplida al lograr reavivar en todos y cada uno de los amantes del automovilismo (más allá de su edad y conocimientos) esa pasión por los fierros y la idolatría por el inigualable piloto balcarceño.