Estudio preocupante: hay un gran deterioro de los suelos en la región pampeana en los últimos 13 años
En el 17° Simposio Fertilidad, que reunió a más de 1.000 personas presenciales en Rosario, y 1.800 conectadas vía streaming, a través de un relevamiento se le puso números a lo que es vox populi: el sistema agrícola argentino sigue extrayendo más nutrientes de lo que repone
El encargado de presentar los resultados fue Hernán Sainz Rozas, profesor de Fertilidad y Manejo del Suelo e investigador del Conicet y del INTA Balcarce.
Se trata del tercer relevamiento en 13 años para conocer las principales variables del suelo en el avance de la agricultura. Comenzó en 2011 con 570 muestras en la región pampeana sobre suelos con más de 20 años de agricultura, y luego se repitió en 2018 y 2024. Además, en 2023 se realizó un relevamiento en el norte del país.
"El principal resultado es, lamentablemente, el empeoramiento en los niveles de fósforo y boro, pero no tanto del zinc. Y se empiezan a ver niveles preocupantes tanto en calcio como en el magnesio", sintetizó el experto sobre los valores del trabajo realizado el año pasado.
En concreto, con respecto a la materia orgánica, la principal variable de la salud del suelo, hubo una reducción importante. En 2011, en la primera medición, hubo una reducción importante, en algunas zonas del 40% en relación a suelos pristinos. En 2018 se mantuvo bastante estable y en 2024, salvo el oeste de la región pampeana, en general los contenidos no variaron. "Hay una situación de equilibrio con valores bajos de materia orgánica por lo que es fundamental aumentar los porcentajes", remarcó.
Asimismo, en cuanto al pH, se observó un incremento de áreas con valores inferiores a 6,1, especialmente entre 2011 y 2018, manteniéndose luego estables.
MENOS FOSFORO Y POTASIO
Por otro lado, el nivel de fósforo cayó considerablemente y en 2024 el panorama en algunas regiones se siguió agravando, como en el este de Entre Ríos y norte de Buenos Aires, que tenían menos de 10 ppm, salvo la zona norte de la región pampeana, que mejoró en relación a 2018. "Los balances de fósforo siguen siendo negativos", enfatizó.
Y agregó: "El 60% de la superficie cultivada del país están con valores por debajo de 20 ppm, un valor limitante para muchos cultivos".
En relación al potasio, hay 4,4 millones de hectáreas por debajo de los 400 ppm, y hay casos más graves fundamentalmente en el norte de Santa Fe y norte de Entre Ríos.
También se detectó una disminución en los niveles de calcio, magnesio y potasio, en algunos casos hasta del 70% respecto a los suelos prístinos. Esta situación se agravó en zonas del oeste bonaerense, sur de Córdoba y noreste de Entre Ríos. En lo que respecta a los micronutrientes, el zinc y el boro son los que aparecen con más limitantes, con 75% de la superficie cultivada por debajo de 1,2 partes por millón de zinc.
"Hay un problema macro que atenta contra la aplicación de tecnología", comenzó explicando las razones de este empeoramiento en los indicadores. "También no hemos logrado transferir adecuadamente la importancia de nutrir bien los cultivos. Y entonces, un poco la reflexión es que necesitamos más gente, más agrónomos formados trabajando con los productores", indicó.
El deterioro sostenido de la fertilidad de los suelos es una señal de alarma que obliga a revisar las estrategias de manejo nutricional. Si bien se observa cierta estabilización en algunas variables, la reposición de nutrientes sigue siendo insuficiente en gran parte del país, y los sistemas productivos continúan extrayendo más de lo que reponen.