Es sombrío el futuro del CPA local
Informes publicados por medios bonaerenses dieron cuenta en los últimos días de la apremiante situación que atraviesan los Centros Provinciales de Atención a las Adicciones (CPA) que, sostienen, "están desatendidos", según aseguran los gremios.
Cabe recordar que los CPA fueron creados en los años 90 para el abordaje de las problemáticas vinculadas a la drogodependencia, emergieron como un recurso del Estado para hacer frente a este flagelo y con muy buenos resultados. Pero ahora, según sostienen desde el ámbito gremial "se perdieron muchos, y los 79 que aún siguen en pie funcionan porque los laburantes ponen el hombro".
Incluso en las últimas horas surgió la información del posible cierre del CPA de Mar del Plata.
En medio de este escenario, si bien no hubo información oficial al respecto, se pudo conocer que la dependencia local no escapa a lo que sucede en la inmensa mayoría de los distritos.
Sin el apoyo necesario, sin los elementos ni insumos elementales para su normal desenvolvimiento e inmerso en un mar de carencias, el CPA subsiste gracias a la buena voluntad del personal y de quienes desde otros ámbitos colaboran facilitándole herramientas con las que no cuentan.
"Hay muchas y cada vez más exigencias pero los recursos son cada vez menos, hace mucho que están relegados" sentenció alguien que si bien no pertenece al CPA, por su proximidad al mismo conoce muy bien cómo es su funcionamiento.
Cabe recordar que el Centro ni siquiera cuenta con un lugar propio, funciona en un espacio facilitado por el Hospital y que incluso comparte el lugar con el área de Estimulación Temprana alternando los días de trabajo ya que estos últimos lo utilizan los miércoles mientra el resto de los días lo hace el CPA.
Y para completar el poco alentador panorama, mientras los recursos decrecen, aumenta la demanda, habiendo un "desborde de pacientes" que claman por ser atendidos.