El remate de una cabaña con historia
El público y el clima se asociaron de manera especial al remate anual -el número 48- de la cabaña El Cerro de Mackrey, en el predio ferial de la Sociedad Rural local, donde animales de la raza Angus de primer nivel, pensada para el mejoramiento de los rodeos, fue puesta a consideración de numerosos productores de la región.
El martillero Gervasio Saenz Valiente, de la firma Saenz Valiente, Bullrich, condujo con agilidad las ventas gesticulando, impostando la voz y muñequeando el martillo, siempre mirando a la platea para cautivar al público a que ponga plata para comprar uno o más animales.
En alrededor de noventa minutos se vendieron, a precios considerados satisfactorios, 30 toros PP y PC, 50 vaquillonas PC parición primavera y 12 vaquillonas generales parición primavera. También 45 vaquillonas generales parición primavera del establecimiento invitado La Milagrosa, de María Teresa Gaztambide.
Saenz Valiente no dejó de reconocer, a medida que iban pasando los lotes, la genética de primer nivel que estaba ofreciendo El Cerro, fruto de seis décadas de selección y mejoramiento ininterrumpido.
HISTORIA DE
UNA PASION
Recordó el martillero, previo a la subasta, que fue Santiago Mackrey, un emprendedor que vino desde la provincia de Santa Fe a estas tierras, quien en 1964 decidió ampliar el negocio familiar, dedicado por aquel entonces a la producción de papa, incorporando ganadería para lo cual adquirió tres Vaquillonas Puras de Pedigree a Tierra Gaucha, establecimiento que hoy tiene como asesor al cabañero local Julio Fernández -recientemente fue jurado de Angus en la Expo Nacional de Otoño en La Rural, de Palermo-.
Saenz valiente, en nombre de Guillermo Mackrey, responsable del manejo de la cabaña, visiblemente emocionado, mencionó a quienes fueron artífices de este presente de El Cerro. Fueron ellos el médico veterinario Eduardo Pampillo, los cabañeros Alfredo Orlando, Carlos Curone, Oscar Massaccesi, Alejandro Romero, Germán Fernández y actualmente Germán Hernández, «quien espera algún día tener la cucarda celeste y blanca» en sus manos.
También recordó alguno de los logros más importantes obtenidos en exposiciones de carácter nacional, como los fueron entre 1990 y 1995 la Gran Campeón Hembra, la Reservada Campeón Hembra, la Tercer Mejor Hembra y el Reservado Gran Campeón Macho, entre muchos otros.
En estos 60 años de trayectoria también fueron parte de la evolución de la cabaña las firmas martilleras Orofino y Silva, Saenz Valiente, Bullrich y Cía. y J. L. Concaro y Cía. S.R.L.
Un párrafo especial dedicó el martillero para quienes a diario demuestran su pasión por la ganadería como lo es el staff que conforman el ya mencionado Hernández, Raúl Bermejo, Omar y Jorge Barrera, Jorge Quiroz y el médico veterinario Matías Mackrey.
Por último, nombró a los hermanos Guillermo, Verónica y Javier que hoy continúan con el negocio familiar, afirmó Saenz Valiente, de quienes son parte fundamental de la evolución de la ganadería argentina: Norma Retes (94 años) y Santiago Mackrey (97).
El cerrado aplauso bajó desde la concurrida tribuna como fiel testimonio de la tarea emprendida y valores transmitidos por los nombrados.
ENTREGA DE DISTINCIONES
La Asociación Argentina de Angus, que auspició el remate de El Cerro, a través de uno de su directivo, Martín Tinello, de la cabaña Inambú, entregó un presente a Guillermo Mackrey.
«Felicitó a quienes forman parte de El Cerro por la calidad de los animales. Se nota y mucho el trabajo de selección de tantos años llevado a cabo con responsabilidad», expresó Tinello.
Luego, el presidente de la Sociedad Rural de Balcarce, Carlos Eusebio Sáenz, entregó una plaqueta a la familia Mackrey por cumplir seis décadas dedicadas al negocio ganadero.