El Padre D’Orfeo mantiene y fomenta, desde hace 25 años el lazo afectivo entre Balcarce y Loncopué

El Padre D’Orfeo mantiene y fomenta, desde hace 25 años el lazo afectivo entre Balcarce y Loncopué

Balcarce y la pequeña localidad neuquina de Loncopué están ligadas por un lazo fraterno desde hace cerca de tres décadas.

El Padre José María D’Orfeo, balcareño radicado en dicha localidad desde hace 35 años y un grupo de vecinos solidarios de nuestro medio han construido a lo largo de los años un puente invisible pero muy sólido entre ambas comunidades que constantemente se va afianzando.

Desde Balcarce parten, de manera silenciosa año tras año cargas de mercadería, alimentos y ropa que permiten a muchos vecinos de aquel remoto poblado paliar en parte al menos los azotes de los crudos inviernos y cubrir sus necesidades primarias.

Esas ayudas son recibidas por el cura párroco quien fiscaliza que las mismas lleguen a quienes las requieren.

Hace pocos días el padre D’Orfeo estuvo en Balcarce visitando a familiares y amigos y durante su estancia en nuestra ciudad recibió a El Diario, manteniendo una prolongada charla sobre sus vivencias en esas tierras neuquinas.

Repasando su llegada al sur comentó que está en Loncopué desde hace ya 35 años, habiendo cumplido el pasado 15 de agosto sus 40 años de sacerdocio.

“Entré al seminario a los 12 años por la diócesis de Mar del Plata, en 1976 se tomó un “descanso” en Balcarce y fue convocado por un joven amigo del seminario que se había instalado en Neuquén para compartir experiencias en el sur del país. Y hacia allí fue, sin pensar que sería “su” lugar de ahí en más.

En 1981 fue ordenado sacerdote en Neuquén capital donde permaneció durante dos años para luego ir a Piedra del Águila “que entonces era un pueblito muy chiquito, con menos de mil habitantes cuando empezaron a hacer la obra hidroeléctrica y hubo una explosión demográfica muy grande a la que se sumaban dos comunidades mapuches en dos parajes”. “Me quedé dos años dentro de los que hubo una huelga muy grande en la obra. Fuimos caminando hasta Neuquén con 3.000 obreros. Más de una semana caminando para expresar el reclamo por sueldos, condiciones desfavorables, etc. Los obreros me regalaron un casco que aún conservo por el acompañamiento y apoyo” rememoró el sacerdote al evocar una de sus primeras experiencias fuertes en aquella provincia.

Tiempo después, a fines de 1986 el Obispo diocesano le propuso ir a Loncopué y allí fue…

“Era un lugar que no conocía, hoy tiene cerca de 7.000 habitantes pero cuando llegué tenía 3.000 . Ahí está la sede de la Parroquia que abarca varios pueblos y unos 17 o 18 parajes mapuches” explicó añadiendo que pese al crecimiento demográfico cuentan con un solo camino de asfalto , que es la entrada a Loncopué desde Zapala, la ruta que llega hasta Caviahue, mientras el resto de los caminos son de tierra y ripio a lo que se suman las dificultades por la nieve durante el invierno, convirtiéndolos a muchos en prácticamente intransitables.

Pese a las dificultades D’Orfeo se radicó desde entonces allí y es un fuerte referente en toda la zona, no solo por su labor religiosa sino por el apoyo permanente a la comunidad y de manera especial encabezando la lucha contra las mineras, logrando evitar que hasta el momento se instalen en la zona (ver aparte)

UNIÓN CON BALCARCE

“Acá me enteré que había un grupo de gente de Balcarce que ayudaba al colegio Ceferino Namuncurá de Junín de los Andes , un albergue y colegio de chicos mapuches y a una escuelita de “Las Coloradas” otro paraje de la zona. La relación empezó ,tengo entendido, por el director del colegio que era un venezolano que estudió en Balcarce en el INTA . Ellos se enteraron que yo estaba en Loncopué y se contactaron conmigo ofreciendo una carga de papa para la parroquia pero teníamos que pagar el flete y nos resultaba imposible . No sé cómo hicieron pero finalmente el camión llegó sin costo para nosotros. Esto empezó hace unos 25 años y desde entonces todos los años llega un equipo completo con papa, harina, alimentos varios, ropa y calzado que aporta Cáritas y algo de mercadería que dona un empresario de Mar del Plata que frecuenta la zona y cuando le comenté de esto se sumó a colaborar”.

En cuanto al destino de lo recibido explicó que “lo que llega va destinado a Cáritas y a través de ellos lo distribuimos, fundamentalmente a la gente del campo. Es una ayuda muy grande para nosotros. Se distribuye en varias escuelas de la zona rural en las que hay comedores que este último año no funcionaron por la pandemia y les dejábamos mercadería en proporción a la cantidad de chicos que tenían. Llevábamos también a las comunidades mapuche que visitamos cuando hacen ceremonias religiosas que son encuentros durante tres días seguidos con los rituales propios de ellos”.

La irrupción del Coronavirus no impidió que la ayuda siguiera llegando. Habitualmente la reciben para Semana Santa, fecha en la que se conmemora el “Día de la Caridad” .

“Este año y el pasado la ayuda la concentramos en la Parroquia para armar los bolsones para acercarle a la gente que estaba aislada y no podía salir aún teniendo los recursos económicos para comprar. Este año creció mucho la demanda, tuvimos que asistir a mucha gente que tenía su trabajito pero no podía salir y todo lo recibido vino muy bien”.

Y ahora, a ese aporte se sumó un plus ya que durante la vista de D’Orfeo a nuestra ciudad recibió la donación de una importante cantidad de ropa de abrigo, calzado y leche que él mismo se encargó de cargar en su vehículo y llevar hasta Loncopué.

AGRADECIMIENTO

“Siempre que vengo les acerco una cartita de agradecimiento a todos los colaboradores manifestando nuestra gratitud de corazón por este gesto solidario y fraterno de una comunidad hacia otra comunidad que la inmensa mayoría no conoce pero la tiene muy cerca en el corazón, que es lo importante”, comentó para de inmediato comparar este acto solidario con el pasaje bíblico de la multiplicación de los panes. “Jesús además de ofrecerse como pan espiritual en la eucaristía también hizo la multiplicación de los panes. Ese signo o milagro, se dio a partir de los panes y pescados iniciales. Él ofreció eso y seguramente los demás al ver ese gesto acercaron lo que cada uno tenía para comer y así se hizo ese milagro, el milagro de la compartida y eso se sigue repitiendo con estos gestos. Ese milagro que pasó hace dos mil años se sigue repitiendo con los gestos de la gente, con el compartir”, manifestó.

LOS MAPUCHES

Al consultarle al sacerdote sobre la verdadera situación que se da con los mapuches en la zona de Nuequén manifestó: "Es una realidad compleja que se origina en una injusticia grande que fue la conquista del desierto. Eso es historia y cada uno la interpreta a su modo. En algunos lugares los Gobiernos vienen reconociendo lo que fue de ellos con la entrega de títulos de propiedad pero en otros sitios eso no se da. En la provincia hay más de 50 comunidades, algunas tienen títulos pero la gran mayoría no y eso es lo que muchas veces origina los conflictos".

Por otra parte resaltó que los grupos que hay en la zona son muy dispuestos al diálogo, pero

en la zona de Vaca Muerta "son un poco más de confrontar con acciones", añadiendo que en Chile la situación es muy diferente "mucho más compleja, incluso con grupos armados, la juventud está muy radicalizada, situación que no tenemos en nuestra zona".

"Lo que ustedes reciben a través de los medios está desvirtuado" agregó reiterando que en su gran mayoría los grupos son pacíficos.