El Eternauta inspiró a estudiantes para un proyecto sobre prevención y trabajo en equipo
El público que recorrió la muestra se encontró con una de las propuestas más impactantes: un espacio temático dedicado a El Eternauta. Dentro de la carpa, los visitantes podían observar banners con información sobre prevención de accidentes domésticos, protocolos básicos de primeros auxilios y orientaciones para actuar en caso de emergencias. Todo ese material convivía con elementos artísticos confeccionados por los propios alumnos: trajes realizados con sachets reciclados de leche y yogur, viejas radios y objetos reutilizados que daban un aire retro y apocalíptico.
En el exterior, el montaje resultaba aún más llamativo. Dos autos antiguos aparecían cubiertos de nieve artificial, aludiendo a la mítica “nevada mortal” de la historieta. A su lado, más trajes, un mural en el que los visitantes podían poner la cara para fotografiarse como personajes de la serie, y frases memorables de la obra de Héctor Germán Oesterheld: “Nadie se salva solo”, “Todos necesitamos confiar en alguien” y “Lo viejo funciona”. Incluso un escarabajo, una de las criaturas que aparecen en la ficción, fue recreado en chapa por los estudiantes, aportando realismo y creatividad al recorrido.
DE LA LECTURA A LA ACCIÓN
Según contaron Martinica y Amparo, alumnas de 4º año, la propuesta nació en la materia Literatura: “Primero lo empezamos a leer y después salió la idea del proyecto. Nos repartimos entre todo el curso distintas cosas: algunos pintaban las letras, otros el auto, nosotras con otras amigas hicimos el mural y los trajes con sachets. Se trató de aprovechar y reutilizar lo que teníamos”, señalaron.
Los estudiantes armaron subgrupos de trabajo y durante más de dos meses se dedicaron a dar forma al stand. “Hace unas cinco semanas ya estábamos todos de lleno con los proyectos. Algunos trabajaban en la escuela, otros en sus casas, y después íbamos armando todo en conjunto”, agregaron las chicas.
ESCENOGRAFÍA Y TRABAJO EN EQUIPO
En ese reparto de tareas, Tiziano, Bruno, Valentín y Benjamín asumieron el desafío de montar la escenografía principal: los autos cubiertos de nieve, la pintura de las letras y buena parte de la ambientación que transportaba a los visitantes al universo del Eternauta.
La frase “lo viejo funciona”, tan repetida por el protagonista Juan Salvo, se convirtió en lema del grupo. Por eso no dudaron en sumar al stand objetos reutilizados y dos autos antiguos que, recubiertos de blanco, evocaban la clásica escena de la nevada.
SUPERVIVENCIA Y PREVENCIÓN EN CLAVE ESCOLAR
Más allá de la recreación artística, el proyecto tenía un trasfondo educativo. “Fue todo adaptado y después cuenta también cómo podemos prevenir: primeros auxilios básicos, orientaciones de rescate, prevención de desastres naturales, protocolos de supervivencia y más información”, detallaron las alumnas.
El mensaje que buscaron transmitir fue claro: así como en la ficción los personajes solo logran sobrevivir si trabajan en equipo, en la vida real también es fundamental apoyarse en el otro, conocer cómo actuar frente a emergencias y confiar en los servicios de asistencia.
UNA PROPUESTA QUE TRASCIENDE LA MUESTRA
Los estudiantes, junto con sus docentes, también idearon material para que el mensaje perdure más allá de la feria. Confeccionaron imanes que incluyen números de emergencia —policía, bomberos y ambulancias— que se vendieron a modo de colaboración, con el incentivo de participar en un sorteo de máscaras y remeras del Eternauta.
De esta manera, lo que comenzó como una lectura en clase se convirtió en un proyecto colectivo que unió literatura, arte, reciclaje, prevención y trabajo en equipo. Una iniciativa que dejó en claro que El Eternauta, más de seis décadas después de su primera publicación, sigue inspirando a las nuevas generaciones a pensar el presente y el futuro con solidaridad y compromiso.