El cielo también lloró al evocar a nuestros héroes de Malvinas
La intensa lluvia que se precipitó en la mañana del sábado sobre nuestra ciudad no impidió que se realizara tal como estaba previsto el homenaje a los veteranos y caídos en el conflicto bélico del Atlántico Sur.
Estoicamente, un nutrido grupo de vecinos, delegaciones, funcionarios y ex combatientes soportaron la inclemencia climática junto al monumento que los recuerda, en el cerro "El Triunfo" para conmemorar los 34 años del inicio de una guerra que quedó marcada a fuego en la historia de nuestro país.
Dos ex combatientes tuvieron a su cargo el izamiento de nuestra Enseña Patria. Tras entonarse las estrofas del Himno Nacional, el Padre Pablo Bosisio realizó una invocación religiosa instando a "crecer en la reflexión y hacer memoria", para que "no sea en vano toda la sangre derramada".
Nicolás Mancini y Walter Ivorra, más allá de ser parte de los Bomberos Voluntarios, hicieron uso de la palabra como ciudadanos sosteniendo que nuestro desafío, como sociedad es "no olvidar" teniendo en todo momento presente que "tenemos una eterna deuda con ellos (los ex combatientes) " y remarcando que debemos "honrar a nuestros héroes los 365 días del año".
"LA INDIFERENCIA MATA MÁS QUE UNA BALA"
A continuación autoridades y referentes de instituciones colocaron ofrendas florales al pie del monumento y acto seguido se dirigió a los presentes Walter Ianni, estudioso y conocedor de la causa de los territorios del Atlántico sur.
"Los muertos que quedaron en las isla son sus custodios eternos y la prueba más importante de nuestro reclamo de soberanía permanente sobre las islas del Atlántico sur.
Ellos nos dan la fuerza como Nación para continuar con nuestro reclamo histórico, para lograr nuestra verdadera integridad territorial" expresó sosteniendo que Argentina nunca será Nación hasta tanto no vuelvan a su seno dichos territorios".
Se refirió luego a los que regresaron tras el conflicto, la indiferencia con que fueron recibidos por muchos frente a unos pocos que empezaron a reconocer esa gesta, el valor y la entrega de esos hombres por la patria para afirmar que mientras, " al día de hoy el Estado Nacional aún les debe el regreso que se merecen los veteranos de guerra., el merecido regreso al suelo patrio que aún se les debe".
"Esa indiferencia mata más que una bala" afirmó Ianni rogando que "Dios quiera que las próximas generaciones y el estado en sí algún día les brindemos el recibimiento que merecen y no el regreso oculto que tuvieron, traídos de la peor manera".
"Es fundamental que nosotros y nuestros educandos transmitamos a nuestros hijos y nietos que tenemos héroes vivos; de carne y hueso caminando junto a nosotros todos los días, porque son ellos los que van a quedar en la historia. Los que quedaron en Malvinas ya quedaron en la inmortalidad; en las manos de Dios y en defensa de nuestra soberanía. Los que caminan día a día junto a nosotros todavía merecen ese regreso" precisó remarcando que "una Nación que no reconoce a sus héroes no merece ser llamada Nación".
Para finalizar, Ianni celebró el avance logrado con el fallo de ampliación de límites de la plataforma continental, sosteniendo que es un paso adelante en la continuidad de la lucha pacífica para recuperar esos territorios. "Ese es el camino que debemos continuar", concluyó.
Florencia Scrocca y Malvina Agüero, hijas de ex combatientes compartieron sus vivencias señalando como se fue modificando según fueron pasando los años la visión que ellas tienen de lo que fue lo vivido por sus padres, aprendiendo a respetar sus silencios y descubrir y redescubrir esas personalidades "forjadas en el dolor".
EL INTENDENTE MUNICIPAL FUE EL ULTIMO ORADOR
Reino compartió los dichos de quienes lo antecedieron señalando que los ex combatientes "son héroes, jerarquía en la que entran muy pocos" destacando también que hay una gran deuda pendiente para con ellos y que es imperioso "que tengan un regreso triunfal", mientras que -dijo- "la deuda pendiente del pueblo argentino seguirá siendo "la de recuperar las Islas pero por la vía pacifica".
Sobre el final del acto se anunció que estaba previsto realizar una entrega de diplomas a los veteranos de guerra, la que no se realizaría en ese momento para no prolongar la ceremonia, nombrando a cada uno de los que recibirían posteriormente dichos reconocimientos.
Bajo la intensa lluvia que durante todo el acto continuó cayendo sobre la ciudad, la "Marcha de Malvinas" dio cierre a la ceremonia.
Como ocurre año tras año, las lágrimas, los abrazos y muchos silencios compartidos enmarcaron la evocación de aquella guerra irracional que se cobró mucho más que las 649 vidas que quedaron en las islas, a las que se sumaron la de los que no pudieron soportar cargar sobre sus espaldas los horrores de una guerra y la indiferencia de gran parte de una sociedad ciega que les dio la espalda.
Queda el recuerdo íntimo de lo vivido en las islas, algo de lo que nunca hablarán aquellos chicos que de pronto se hicieron adultos, queda el sufrimiento de padres, hermanos, novias y amigos que vivieron eternos días abrazados a una esperanza que para algunos se quebró ante una cruel realidad. Quedan muchas heridas que nunca terminarán de cicatrizar, así como quedan muchos ¿porqué? que jamás tendrán respuesta.