El camino a «El Mirador», la oferta de un paseo que es hoy una peligrosa trampa
A mediados del mes de mayo, El Diario publicó un informe relacionado con el lamentable estado de muchos espacios públicos que se promocionan como atractivos turísticos.
Entre ellos, se difundieron imágenes del desastroso estado del camino a «El Mirador» haciendo referencia a que dicho sendero, o lo que queda de él, era una verdadera trampa para quienes se acercaban para disfrutar de un paisaje de ensueño.
El informe intentó mostrar a los responsables un escenario preocupante, con el simple objetivo de evitar situaciones de riesgo para los visitantes y ofrecer un atractivo «como corresponde» a quienes desearan recorrerlo.
Lejos de que alguien recogiera el guante y tomara cartas en el asunto, la indiferencia de los encargados de ocuparse y el paso del tiempo, inclemencias climáticas de por medio, fueron acrecentando la gravedad del estado de ese camino.
Y las pruebas del riesgo que representa están a la vista. Han sido ya varios los accidentes que en el transcurso de los últimos dos meses se han registrado en el lugar con vehículos que han estado a punto de desbarrancarse, debiendo ser rescatados por los Bomberos Voluntarios. Solo por fortuna, hasta el momento no hubo hechos de gravedad extrema.
OBSTACULOS
El enorme descalce entre el final del asfalto y el comienzo de la calle de tierra es el primer escollo a superar por los visitantes
Piedras de enormes dimensiones sobresalen en medio del camino obligando a realizar maniobras de todo tipo para esquivarlas; pastizales que de a poco van invadiendo la calle y profundas cortadas tornan a la calle en prácticamente intransitable para los desprevenidos automovilistas.
El peligro se hace aún mayor cuando quienes buscando esquivar esos inesperados obstáculos se arriesgan a moverse sobre el borde inexistente del sendero con el lógico riesgo de que el vehículo pierda estabilidad y comience a deslizarse hacia el vacío.
¿Tan difícil o costoso es hacer un correcto mantenimiento de un espacio al que se pretende «vender» como un atractivo turístico?
Se hizo una millonaria inversión para contar con una avenida de acceso digna de ser destacada. Antes, se había logrado recuperar, con gran esfuerzo, ese camino en medio de la sierra que en algún momento fuera orgullo de los balcarceños y luego quedó sumido en el abandono.
¿Será necesario que haya un accidente de gravedad para que se tome verdadera conciencia de que se está invitando a los desprevenidos visitantes a recorrer una verdadera trampa?
Quizás hasta que se logre acondicionarlo debidamente sería razonable cerrar el paseo al tránsito vehicular.
«Si se puede evitar no es un accidente» reza una remanida frase. En este caso, bien se pueden evitar muchos «accidentes» y lo que de ellos puede derivar, que, amén de los problemas para las personas y vehículos afectados, podrían incluir acciones legales contra el Municipio.
